Cada 11 de septiembre se celebra el Día del Maestro y la Maestra. Se conmemora el fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento: el padre del aula, además de político, filósofo, pedagogo, escritor, docente, periodista, estadista, militar, gobernador de San Juan y presidente de la Nación.
“El docente, hoy por hoy, tiene que convertirse en un mediador social, poner de sí todo lo que esté a su alcance para llevar adelante un proyecto educativo inclusivo, integral, en donde educar realmente se convierta en un derecho de las mayorías”, reflexiona Héctor Godoy, una voz destacada del oficio docente de Villa María.
Día del Maestro/a
Godoy (hoy jubilado como maestro provincial) se desempeñó como maestro en un sinnúmero de escuelas, mayormente en las urbanas marginales, previo a su llegada a la gestión: Juana Manso, Avellaneda, Vélez Sarsfield, Urquiza, Paraguay, Mármol y trabajó en la ruralidad. Fue director en dos escuelas durante 25 años: República de Bolivia (Villa Nueva) once años y catorce al frente del Centro Educativo José Ingenieros.
Egresó en 1985 como Profesor de Educación Primaria en la Escuela Víctor Mercante (Biblioteca Rivadavia). Es profesor y licenciado en Ciencias de la Educación y actualmente es docente en distintos trayectos pedagógicos de los profesorados y licenciaturas de educación (IAP de Ciencias Humanas) de la UNVM.
“Resistir ante un embate de un sinnúmero de significados y de nuevas experiencias”
Ser docente. Para Godoy “decir maestro, en Argentina, es una síntesis de un montón de cosas: caminar juntos a otros, compartir, y por sobre todo resistir ante un embate de un sinnúmero de significados y de nuevas experiencias que nos van poniendo en tensión en el día a día.
Hoy, ser maestro, es una nota de compromiso y de responsabilidad…, siempre lo fue, pero hoy implica tener una gran apertura, y no solamente a lo emocional, sino también a la comunidad. El docente se convierte en mediador…, un mediador que facilita, acompaña y especialmente abre posibilidades, diría Paulo Freire, a aquellos que no tienen voz”.
“Creíamos que el futuro estaba a la vuelta de la esquina y queríamos que nuestros niños y niñas estén preparados”
El baúl de las emociones. Su paso por las aulas: “A mí me quedó un principio en la vida que fue dar sin esperar nada a cambio y el respeto de los niños y sus padres. Ese esfuerzo que codo a codo, con los compañeros, para poder brindar a nuestros estudiantes todo lo que estaba al alcance y más.
Siempre fuimos muy optimistas a la hora de pensar en un proyecto educativo, porque creíamos que el futuro estaba a la vuelta de la esquina y queríamos que nuestros niños y niñas estén preparados: que los convirtiera en protagonistas y, especialmente, en buenas personas. Mucha empatía y el hombro a hombro con las comunidades educativas. Muchas veces, ante la ausencia del Estado, las comunidades se organizan y comienzan a poner en relieve sus prioridades: la educación y la salud, porque también nos tocó pasar por una pandemia”.
“Mucho trabajo en soledad”
De aquel egresado hasta el hoy referente de la Feria de Ciencias. Sin romantizar la pregunta, le preguntamos sobre si se cumplieron las expectativas que se planteaba al momento de egresar. Respondió: “Fue un camino plagado de expectativas, desafíos, que se fueron concretando a lo largo de los años: en compañía de mi familia, de mis compañeros de trabajo y de los estudiantes que nos atrevimos, muchas veces, a proponer cosas que parecían inalcanzables.

Que los chicos se aproximaran a lugares inesperados (viajes de proyectos), experiencias en las Feria de Ciencias, con la creatividad y el potencial que tienen los jóvenes, y sobre todo pudimos concretar espacios donde se integraban todos. La carrera docente fue muy generosa, ardua y de mucho trabajo en soledad. Fue una tarea continua y de superación”.
“El docente, hoy por hoy, tiene que convertirse en un mediador social”
Los desafíos del actual oficio docente. Desde su posición de observador. “El docente, hoy por hoy, tiene que convertirse en un mediador social, poner de sí todo lo que esté a su alcance para llevar adelante un proyecto educativo inclusivo, integral, en donde educar realmente se convierta en un derecho de las mayorías y que podamos sumar los múltiples lenguajes, desafíos, frente a las carencias y demandas.
Para nosotros los docentes, los imposibles no existen, sino que hacer posible lo imposible, como lo plasmamos con estudiantes de 6° grado en el patio de la escuela (José Ingenieros). Hay que adaptarse a las nuevas tecnologías, a la Inteligencia Artificial, a la meta IA, a los nuevos núcleos a abordar en el aula. Mediante la palabra acercarse a los niños que están en soledad”.
“Hacer una vereda, es hacer camino”
Los recuerdos: construir una vereda en vacaciones. Este cronista, durante el diálogo con Godoy, recuerda aquel hecho silencioso que pudo observar en un enero caluroso de Villa Nueva: siendo director, junto a unos pocos padres, construyo con sus propias manos la vereda de la República de Bolivia.
“El hacer escuela es una tarea muy dignificante para quienes aceptan esa gran posibilidad. Quienes tuvimos en gestión, siempre digo, tenemos la obligación de generar condiciones, para que nuestros compañeros puedan llevar adelante la tarea de enseñar. Generar condiciones implica muchas cosas: hemos hecho construir aulas, sumar campañas comunitarias de concientización, tener las primeras aproximaciones a la robótica y a los juegos inclusivos.
En mi paso por la Escuela Bolivia viví toda la impronta, acompañando en lo social a los chicos, llegó la batucada. Se dice que la escuela llega a la comunidad, allí pasó lo inverso: el ritmo del carnaval ingresó a la escuela y pudimos concretar ese trabajo. Ellos nos enseñaron las vivencias y armamos la batucada. Construimos un laboratorio y esa construcción de la vereda se transformó en hacer camino: no fue fácil, en verano y en plena vacaciones, con la ayuda de los padres la hicimos con mucho esfuerzo y muy comprometidos.
¿Qué extraña?
Extrañar los sonidos de la escuela. ¿Qué extraña de ir a la escuela? “Extraño muchísimo la escuela. Sus sonidos, sus aromas, la sonrisa y los abrazos de los niños. Toda esa gama de situaciones, le da fuerzas a un docente para iniciar la jornada. Eso se extraña. Y también mucho el cansancio, pero es un premio del enseñar”.
En Argentina hoy la cifra asciende a un millón doscientos mil maestras (un 94%) y maestros. La experiencia de Godoy es la síntesis de una de las tantas vidas de aquellas y aquellos dedicados a educar, frente a murallas y nuevos escenarios, que ningún nubarrón, como aquel ocurrido en 2023 en su contra, puede empañar el cielo de un formador.

