El ministro de Educación, Jaime Perczyk, sostuvo que la privatización de colegios y el sistema de vouchers como proponen algunos candidatos «convierten a las escuelas en comercios y a los estudiantes en clientes».
A través de un hilo en su cuenta de la red social X, con el hashtag #LaEducacionNoEsMercancia, el titular de la cartera educativa señaló que el sistema de vouchers «muy pocos países del mundo, y algunos estados de los Estados Unidos, lo implementaron y la experiencia marcó que los resultados fueron un fracaso. El sistema de vouchers no garantiza tampoco un mejor aprendizaje».
«La privatización de las escuelas, la educación como un negocio y el sistema de vouchers convierten a las escuelas en comercios y a los estudiantes en clientes«, enfatizó el funcionario nacional.
Paises que lo aplicaron
«Hay estudios que demostraron, por ejemplo, que en los estados de Luisana e Indiana, en Estados Unidos, la pérdida de aprendizajes de los estudiantes fue casi el doble de lo que provocó la pandemia de Covid-19», dijo.
En este sentido, añadió que Suecia «lo hizo en 1992, bajó su rendimiento escolar y condujo a una caída histórica en las pruebas internacionales de aprendizaje. Hoy casi todas las escuelas se financian con fondos del Estado».
Asimismo, como referencia en la región, Perczyk agregó que «en Chile, el sistema de vouchers se implementó durante la dictadura militar de Pinochet: esta decisión provocó el cierre de escuelas, la caída en la escolaridad y generó una deuda histórica de los alumnos que terminó en masivas protestas estudiantiles».
¿Qué pasaría en Argentina con un sistema de vouchers?
¿Cuál sería el efecto del sistema de vouchers en un país como Argentina con casi 3.7 millones de kilómetros cuadrados, 50 mil escuelas, 10.6 millones de estudiantes y 1.2 millones de docentes?, se preguntó el titular de la cartera educativa.
«Reduciría la oferta educativa. Provocaría el cierre de escuelas de pueblos, rurales, de montaña, de zonas frías, de islas y de todas a las que concurren pocos alumnos lejos de centros urbanos porque no podrían sostener el costo de funcionamiento y el pago de los salarios docentes», sentenció.
Asimismo, «profundizaría más las desigualdades sociales, generaría escuelas con recursos para familias de altos ingresos y escuelas sin recursos para miles de familias, aumentando así la segregación social y escolar». Además, «debilitaría el derecho de los trabajadores de la educación, cuyo salario y formación profesional dependerían del mercado».
«Argentina no necesita privatizar su sistema educativo ni vouchers. Argentina logró construir una escuela en cada rincón del país, tiene las tasas más altas de escolarización y terminalidad de Latinoamérica y una educación técnica de amplias certificaciones para el mercado laboral», destacó el ministro de Educación.
«Argentina necesita fortalecer y mejorar la educación pública. Más financiamiento sostenido y continuo, más días y más años de clase. Garantizar el presentismo, tanto de los estudiantes como de los docentes», enumeró.
También se pronunció por «garantizar más enseñanzas y aprendizajes. Con robótica, tecnología, más lengua y matemática, conectividad, computadoras, libros y material para las escuelas«.

