Entrevista a Verónica Azpiroz Cleñan, politóloga y referente mapuche habla sobre la invisibilización de los pueblos indígenas en la academia, como parte del tratamiento histórico que el Estado argentino ha tenido hacia las comunidades que habitaron originalmente el territorio nacional.
Cleñan visitó recientemente la Universidad Nacional de Córdoba para participar de la quinta edición del seminario-taller Mujeres y Ciudades: (In)Justicias Territoriales, impulsado por CISCSA Ciudades Feministas. Unciencia dialogó con la politóloga mapuche acerca de la falta de representación de los pueblos indígenas en la academia, la invisibilización de estos colectivos en las encuestas gubernamentales, y la necesidad de políticas públicas que reconozcan derechos negados.
-¿Cómo calificarías al sistema universitario nacional, en términos de reconocimiento de los pueblos indígenas?
-El sistema universitario en general es negacionista. Se puede transitar toda la formación académica borrando nuestra identidad. De hecho, la borra institucionalmente porque no hay nada que valore la identidad indígena en ningún aspecto: ni en la identificación de la persona y su lengua hablada, ni en la revisión de los contenidos curriculares para ver si están atravesados por un enfoque interseccional y la cosmovisión indígena, ni a través de una política de afirmación positiva mediante becas o en los concursos docentes. Tampoco hay órganos de representación de pueblos originarios dentro de ninguna universidad. Otros países, en cambio, están intentando construir pluriuniversidades, es decir, universidades indígenas interculturales, como Ecuador, Colombia, Nicaragua y México. En Latinoamérica hay 11 universidades indígenas interculturales. Pero Argentina está muy lejos de eso porque todavía hay una creencia de que el conocimiento científico es el único que tiene criterio de verdad y no puede ser interpelado por otras epistemologías.
-¿Cómo se relaciona este negacionismo universitario argentino con la posición histórica que el Estado nacional ha tenido hacia el pueblo mapuche?
-El Estado argentino ha tenido históricamente una política genocida y de eliminación del pueblo mapuche. La Campaña del Desierto es la expresión de eso. Una vez terminada la fase militar, todos los dispositivos estatales tienen que ver con un ethos institucional violento. O sea, se violentan todas las formas de reproducción del modo de vida del pueblo mapuche. En el siglo XXI hay una cuestión solapada en lo discursivo de invisibilización y de negación. Pero la política de no reconocimiento de la territorialidad mapuche sigue vigente. De hecho, ninguna comunidad mapuche tiene el título de propiedad comunitaria indígena, no existe esta ley en Argentina. Se sostiene esa inseguridad jurídica para que no permanezcamos en los territorios, que sí están libres y vigentes para cualquier proyecto extractivista o neodesarrollista.
-¿Qué implicancias tiene la invisibilización de las comunidades mapuches?
-La invisibilización implica la imposibilidad de autorreconocimiento o la autoidentificación, que sería el piso. El colectivo pueblos originarios no es sujeto de derecho en la praxis, sino en lo discursivo.No aparece, por ejemplo, en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), no se pregunta a la persona si pertenece o no a un pueblo originario. De hecho, la EPH se aplica solamente para la urbanidad, no hay una EPH rural, increíblemente, pues en toda Latinoamérica existe. Tampoco hay estadísticas vitales referidas a la mortalidad y morbilidad a nivel poblacional, ni en las partidas de nacimiento y defunciones está identificado el pueblo originario al que pertenece y la lengua hablada. Por lo tanto, está borrada esa identidad bajo el concepto de “ciudadano argentino o argentina”. Lo mismo pasa con el mundo de la producción y el trabajo. Cuántas trabajadoras indígenas existimos en cada territorio, en cuánto aportamos a la economía regional, provincial o al PBI. No aparecemos en las estadísticas.
-La ONU estableció la década que va entre 2022 y 2032 como el Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas del Mundo, para concientizar sobre la difícil situación de muchas lenguas indígenas y movilizar su preservación. ¿Cómo ves al país respecto de este tema?
-Argentina tiene un nivel de desacople muy fuerte respecto de políticas de derechos lingüísticos en relación a América Latina, y sobre todo en la década internacional de las lenguas indígenas. Han habido muy pocas acciones de revitalización lingüística, de reposición de lenguas y de reconocimiento de estas lenguas a nivel institucional para el acceso a la Justicia, la educación secundaria y el nivel superior. No hay políticas, a nivel universitario y de sistema de investigación nacional, que promuevan la investigación en lenguas indígenas. No se pueden rendir las tesis en lenguas indígenas en ningún campo de conocimiento ni unidad académica. Ese es un indicador de cómo la institucionalidad educativa argentina expulsa nuestras lenguas.