La Municipalidad de Villa María entregó distintos elementos al IPET 56 Abraham Juárez, entre ellos una máquina sobadora. Con el objetivo de mejorar la infraestructura del establecimiento educativo, la comuna aportó equipamientos para la Sala de Producción y otros elementos, como once aires acondicionados frío/calor del programa Escuelas Calefaccionadas, del FODEMEEP.
Se entregó una máquina sobadora que será utilizada por las y los estudiantes de la especialidad Técnico en Industria de los Alimentos.
IPET 56 Abraham Juárez
El jefe municipal, Eduardo Accastello, expresó: “Esta es una de las instituciones más importantes que tiene la ciudad, estamos muy orgullosos porque aquí estudian 600 chicos de todos los barrios del este de la ciudad y desde aquí salen con capacidades para insertarse en las distintas empresas vinculadas a lo que ellos aprenden”.
En este sentido, el intendente refirió: “Necesitaban una sobadora para poder hacer los bizcochos que luego venden a través de una cooperativa escolar, y hoy en nombre de todos los villamarienses vinimos a entregarles esta máquina que permitirá que ellos se perfeccionen y mejoren, porque lo que ellos hacen tiene una salida laboral muy importante y una contención social muy fuerte, con iniciativas que promueven la educación, el esfuerzo, la creatividad, pero también el trabajo”.
“Realizan práctica profesionalizante en la misma escuela”
Por su parte, la directora Marisa Bollatti, señaló: “Estamos felices por todo el acompañamiento que estamos recibiendo, tener la sobadora es importantísimo porque lo que los chicos producen, se vende en el kiosco escolar que manejan los mismos chicos de séptimo año. Ellos realizan su práctica profesionalizante en la misma escuela produciendo y elaborando no solamente bizcochos sino también facturas, alfajores y mermeladas”.
Para Villa María Educativa, Bollati, reflexionó: “Como directora, recibo estos elementos con inmensa alegría y profundo agradecimiento por la donación de una sobadora para nuestra Unidad Productiva. Este nuevo equipamiento representa un avance significativo y largamente esperado para la mejora de las prácticas de nuestros estudiantes, particularmente para aquellos de 7° año que realizan sus prácticas profesionalizantes”.
Mirando hacia atrás, en tanto, expresó: “Hasta el día de hoy, la elaboración de productos panificados como facturas y bizcochos, fundamentales en el plan de estudios y en la producción real de nuestra unidad, se realizaba de manera artesanal y laboriosa, utilizando exclusivamente el palote. Si bien esta técnica tiene su valor didáctico, generaba una serie de desafíos importantes: ralentizaba considerablemente el proceso productivo, limitaba la cantidad de elaboración posible en una jornada y, crucialmente, dificultaba la obtención de un producto uniforme en textura y calidad. Los estudiantes, a pesar de su dedicación, se encontraban con restricciones que impactaban en la eficiencia y en la estandarización que el mercado laboral actual exige”.
“La sobadora transformará radicalmente este escenario”
Para Bollatti: “La incorporación de la sobadora transformará radicalmente este escenario. No solo permitirá optimizar los tiempos de producción, sino que también asegurará una calidad homogénea en nuestros panificados, un aspecto fundamental para la formación de profesionales competentes en la industria alimentaria”.
Y recalca: “Nuestros futuros técnicos aprenderán a utilizar maquinaria específica del rubro, adquiriendo habilidades prácticas que los posicionarán de manera ventajosa en el mercado laboral. Además, la sobadora nos permitirá explorar nuevas recetas y ampliar la variedad de productos, enriqueciendo aún más las experiencias de aprendizaje”.