“La adolescencia es una etapa donde se pone más de manifiesto un cierto desamparo y a la vez es una etapa súper vitalista: todo es posible. Los pibes son preciosos, tienen una energía increíble. Todo es posible en el sentido de la potencialidad de esa edad y de esas vidas, y a la vez están muy desamparados”.
La que habla es Dolores Reyes en Revista MU, un año antes del intento de censura a su libro Cometierra. Este último hecho encendió las mismas viejas discusiones en torno a la Ley 26.150 de ESI sancionada en 2006. Con un Presupuesto 2025 que no asigna ningún monto a este programa, ¿qué hacer cuando el que desampara es el Estado?
Adolescentes que quieren hablar de ESI
“En nombre de los pibes dicen y piden cosas, como si los defendieran, cuando en realidad, este gobierno tiene la tasa de niños y adolescentes pobres más alta de las últimas décadas; desmanteló programas de protección; recortó el presupuesto universitario y quiere bajar la edad de imputabilidad”, dice Agostina Arzeno.
Agostina es socióloga, Nodocente de la UNVM e integrante del equipo De ESI sí queremos hablar. Un proyecto que surge en el 2019 por demanda e interés del propio Concejo Deliberante Estudiantil. Desde entonces, articulan en conjunto talleres y trabajan en propuestas de implementación de ESI en las aulas.
“Ponemos el énfasis en romper con el adultocentrismo. Animamos a que las juventudes sean quienes lleven adelante sus ideas y se sepan capaces de hacer cosas en sus colegios, sin esperar a que los directivos les digan cómo”, cuenta Agostina.
Y agrega: “Sabemos que el debate actual está enmarcado en un contexto de innumerables intentos de retroceso en derechos. Porque la ESI no sólo educa, sino que también habilita otros espacios de reflexión crítica, de empoderamiento y de transformación social”.
ESI en las aulas
Desde el IPEM 147 (MAO), la coordinadora de cursos, Alejandra Carranza, cuenta que este año los recortes en el presupuesto afectaron, sobre todo, el dictado de capacitaciones a nivel nacional y el envío de material actualizado (libros, cartillas) para trabajar ESI en las escuelas.
Lo “poco” que se puede encontrar en las páginas web de consulta docente, “está retocado”, dice. A su vez, se refiere a la implementación de la ley como una deuda pendiente: “Si decimos que la ley es integral, tenemos que trabajar en conjunto las escuelas, los sistemas públicos de salud, todos”.
“En una jornada reciente de ESI, por ejemplo, se habló de salud mental. Los chicos demandan esos espacios, -cuenta- pero ¿esos espacios pueden dar respuestas? Hoy nos toca este lamentable contexto político, pero tenemos que defender la ley esté quien esté”.
“Si no habilitamos esta discusión en la escuela, a lo mejor no hay otro lugar. Todos los años hacemos una jornada de erradicación de la violencia de género y nosotros como escuela nos preparamos porque siempre surgen denuncias”, indica.
ESI y el concepto de ficción
Victoria Haedo y Mariana Monti son estudiantes avanzadas de la Licenciatura en Lengua y Literatura de la UNVM. Ambas, además, son tesistas con líneas de investigación en clave de género.
Sobre el debate con Cometierra, Victoria piensa que “no es casual este intento de censura, no sólo porque hablamos de literatura escrita por mujeres, sino también por lo que narran estas obras: la violencia que atraviesan los cuerpos femeninos. Algo que, a su vez, podemos leer en otras autoras latinoamericanas”.
“Justamente, una de las cosas que plantea Saer en relación a la ficción, -agrega Mariana- es que la lectura muchas veces sirve como medio de revelación, de transfiguración del mundo y de transformación de la persona. Esta censura se hace puramente desde la moralidad, y la moralidad, cuando viene desde un espacio de poder, adquiere otra relevancia”.
Victoria también dice: “En Cometierra y en Las aventuras de la China Iron (otro libro en debate), los encuentros son consensuados. En Cometierra, además, esto se narra de manera muy breve y para la trama es realmente irrelevante”.
“Pero cuando hay mujeres que gozan libremente de su sexualidad, tanto en relaciones heterosexuales como homosexuales, ese parece ser el problema, ¡peor si son homosexuales! Entonces, ¿cuáles son los deseos que están permitidos y cuáles no?”, añade.
Dolores Reyes: “Ante la censura, ¡lectura!”
¿Quién resistirá cuando el arte ataque?, se preguntan Páez y Spinetta; ¿Quién va a detenerte? ¿La muerte, la edad o la idea?, insiste Sara Hebe. No tomen cocaína ni voten a la ultraderecha, aconseja Dillom a la juventud latinoamericana.
En Villa María, mientras tanto, el viernes 13 de diciembre se realizará una lectura colectiva de Cometierra en rechazo a la censura. Será en la Medioteca a las 20 horas.
“Si al gobierno le genera tantas alertas lo que los estudiantes leen, lo que se lee en la calle, es porque estamos corroborando que la literatura es un espacio de tensiones y que leer tiene un impacto verdadero en nosotros. Tiene que ver con nuestra condición de seres humanos esto de crear literatura, leer ficción y que nos transforme”, dice Mariana.