Aún resuenan los ecos de la segunda Marcha Federal Universitaria en Villa María. Elena, estudiante de 4° grado de la Escuela El Caminante, marchó de la mano de su mamá portando una consigna: “Cuando sea grande quiero estudiar en la universidad pública”.
La foto fue publicada por Villa María Educativa (con la autorización de su madre) junto a otras instantáneas de otra jornada de reclamos por la pronta promulgación de una nueva Ley de Financiamiento Educativo, que a horas vetaría el presidente Javier Milei, que hoy tienen a todos los rectores y decanos cordobeses peticionando a los legisladores nacionales que no acompañen ese veto (ver nota debajo de la crónica) y lo salarial también fracasó este 7 de octubre.
Presupuesto universitario
Frente a la incertidumbre que cunde en todos los claustros universitarios, en relación a lo que puede ocurrir en la sesión de Diputados prevista para el 9 de octubre, la imagen de Elena se convierte en un bálsamo momentáneo que esperanza a las nuevas generaciones. “Marcho porque para mí las universidades públicas son súper importantes”, ratifica Elena un par de días después de la convocatoria.

La pequeña, además, grafica sus porqués ante la consulta de este portal: “Permiten que todas las personas puedan acceder a aprender y estudiar sobre los que les gusta… Por eso hice mi cartel, cuando sea grande quiero estudiar en la universidad pública”.
Presupuesto universitario: la historia de la foto de Elena
Elena estuvo cobijada por las seis mil personas que durante el recorrido vivaban cánticos en torno a la educación pública, pero principalmente, porque lo hacía en compañía de Marilina, su madre, primera graduada universitaria de su familia, docente, investigadora y trabajadora de la UNVM.
“Participamos de la marcha para defender la Ley de Financiamiento y la educación pública. Gracias a que en esta ciudad existe la UNVM, me permitió llevar adelante mi carrera de grado y seguir formándome. Era necesario estar, no sólo por nosotros o nosotras, por mejores salarios, más becas estudiantiles e investigación, sino que también lo hicimos para que las generaciones futuras tengan el derecho a una educación superior pública, gratuita y de calidad”, explica Marilina, esa nave insignia que Elena recordará el día que ingrese a una universidad pública.