Una guitarreada propia: JAM de Mujeres Músicas en Villa María

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¿Quién quiere pasar a tocar el bajo? ¿Quién se suma a cantar? ¿Quién quiere tocar la guitarra? Los encuentros de la JAM de Mujeres y Disidencias suceden en Villa María desde abril. La próxima edición tendrá lugar el jueves 14 de noviembre en el patio del bar Santo, desde las 21.30.

Todo comenzó a partir de una idea de Paola Lovo (36). Dice que llevaba años soñando con esto: “Me pasaba que nos juntábamos entre mujeres músicas y nunca hacíamos música. Nunca pintaba la guitarreada, sólo hablar de cosas. Entonces yo sentía que faltaba algo”.

El grupo al frente del proyecto ahora reúne, en su mayoría, a otras mujeres músicas que viven y ejercen su oficio en la ciudad, principalmente estudiantes avanzadas y egresadas de la UNVM, según indican en su estatuto. 

¿Quiénes están en escena?

“El propósito es la profesionalización musical, tejer redes de trabajo colaborativo, entrar en diálogo con las problemáticas que atravesamos mujeres y disidencias en el desempeño de nuestra profesión”, manifiestan en el estatuto.

Paola agrega: “Para profesionalizarte tenés que tocar y, en general, los más convocados son los varones, por un montón de cuestiones. A nosotras no nos convocan, creo que porque ni siquiera nos tienen en cuenta”.

“Lo que sucede, también, es que las exigencias son mucho más altas para nosotras. Como mujer música tenés que ser extraordinaria para que te tengan en cuenta y por eso también se ven siempre a las mismas en escena. Es buenísimo que estén, pero a la vez, faltan oportunidades”, dice.

Una guitarreada propia

Por esta razón, Paola cuenta que la JAM también invita a “chicas del under o que no son tan conocidas”. Es el lugar para encontrarse, escucharse y también para generar un espacio de trabajo. “Hay un montón de chicas que están lanzando su carrera y la mayoría contrata a hombres porque muchas veces no conocen a otras mujeres músicas. Nos falta visibilidad”, menciona.

Al teclado, Paola en una de las presentaciones

La hipótesis apunta a una cuestión de género que lo atraviesa todo, tanto a nivel macro como micro. Porque incluso en espacios informales -una guitarreada, una juntada-, los varones suelen ser los primeros en alzar la voz y tomar la guitarra (es posible, además, que no la suelten durante toda la velada, como lo demuestra Greta Gerwig en Barbie).

Paola señala: “Hay una cuestión de personalidad que tenemos que trabajar, también. La JAM es un poco nuestra guitarreada. Necesitamos experimentar eso que los varones experimentan naturalmente y sin autojuzgarse. La JAM es un espacio para demostrarte que sí podés y que hay una red de un montón de mujeres músicas acompañando”.

Mujeres y disidencias, al frente

Acerca del ingreso exclusivo para mujeres y disidencias, Paola comenta: “Es algo que está en constante revisión. No es un no rotundo a la participación de varones, pero la realidad es que nos sentimos más cómodas así”.

“Cuando empezamos la JAM, decidimos que los varones no entraran, ni siquiera a escuchar, porque se genera otra cosa cuando estamos entre mujeres y la JAM también es una forma de explorarnos a nosotras mismas”, dice.

Y agrega: “Ocurren un montón de cosas lindas. Han ido alumnas -de una de las chicas que es profe de canto- a mostrar sus propios temas por primera vez… A mí me pasó de estar tocando de repente con alguna música muy grosa… ¿Y qué pasa cuando vos tocás con alguien que es más groso que vos? Aprendés. Esa es la oportunidad que te da la JAM”.

Hacia la cuarta edición

“En una JAM hay instrumentos disponibles para que vos pases a tocar la canción que quieras o te sumes a participar de la canción que está sonando. En general, abre la noche una banda o dúo y después el micrófono queda abierto”, cuenta Paola.

La cuarta edición se realizará el próximo jueves 14 de noviembre con la participación especial de las músicas Antonela Monchietti y Andre Peretti, desde Almafuerte. Si bien es un evento sin fines de lucro, el valor sugerido de la entrada es de 3000 pesos para mejorar las condiciones y costear gastos de sonido.

“La JAM era un deseo mío muy interno y al hacerlo realidad descubrí que también era el deseo de muchas otras chicas -dice Paola- entonces está buenísimo que se pueda sostener. Necesitamos más mujeres en la música trabajando activamente. Nosotras necesitamos ocupar el lugar que queremos ocupar”.

Fotos: Florencia Giuliani.

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