La Escuela Secundaria Nº 8 (Ituzaingó-Bs. As.) lleva el nombre de Sonia Von Schmeling.
“Negrita” fue una joven estudiante de 16 años que fue secuestrada (frente a su casa, en presencia de su madre, que estaba embarazada de ocho meses) por una patota el 28 de septiembre de 1977, tiempos de la última Dictadura Cívico Militar, y que hasta hoy permanece desaparecida.

El acto de imposición ocurrió hace algunas horas: asistieron sus hermanas y hermanos (y sus otros familiares), la comunidad educativa que modeló el proyecto, vecinos y vecinas de Udaondo-Ituzaingó, miembros de organizaciones de Derechos Humanos y hasta Norita Cortiñas. Todos dijeron ¡Presente hoy y siempre!
Cuando Sonia volvió al barrio
Sonia era marcadamente abnegada en sus estudios, simple, dedicada en el colegio, siempre pensaba en los demás y tenía militancia en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) de la zona.
Sus familiares remarcan que en este barrio, un 19 de setiembre de 1977, ocurrió una segunda “Noche de los lápices” en pleno Udaondo, donde detuvieron a otro importante grupo de estudiantes de la UES.

El 15 de noviembre de 1977 secuestran también a su padre Hermann (38 años), militante político (Organización Montoneros). Su madre, cargada de tristeza por las ausencias, “edificó” con las y los vecinos una sala de atención sanitaria como lugar de memoria, además de siempre marchar con las Madres de Plaza de Mayo.
La escuela que lleva el nombre de una estudiante desaparecida
Luego de un proceso de más de dos años, que arrancó allá por 2021, la Escuela Secundaria Nº 8 de Ituzaingó lleva el nombre de Sonia.
Patricia Olmedo, directora del establecimiento, cuenta que luego de realizar una votación con los diversos nombres propuestos la moción ganadora fue la de Sonia. Entonces enviaron el pedido a las autoridades de la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense, donde en junio de este año se firmó la resolución habilitando la imposición.

Los grupos de estudiantes de 5º y 6º año de 2022 y 2023 armaron un documental liderado por el docente Uriel Casella (Orientación en Comunicación). Lleva como título ‘Sonia vuelve al barrio’ (120 min y puede verse en Yuotube haciendo click en este enlace) y contiene testimonios de familiares de la evocada y de quienes la conocieron.
“La memoria la hizo florecer”
“La escuela no tenía nombre. Inicialmente fue la EGB 13 y luego la Secundaria 8. El proceso fue muy democrático e involucró a la comunidad toda”, dice la directora. El profesor Casella, en tanto, enfatizó: “Quisieron arrancarla de su pueblo, pero la memoria la hizo florecer en el nombre de la escuela pública del barrio”.

El acto oficial de imposición del nombre, es decir, la vuelta de Sonia al barrio, fue este jueves 30 de noviembre por la mañana, en Villa Udaondo, a una cuadra del Camino del Buen Ayre.


Maravillosa nota!!! yo me llamo thomas palacios, y soy el presidente del centro de estudiantes de esa secundaria. Es comoletamente un orgullo haber formado parte de dicho proyecto y hacer la imposición del nombre que nos hizo dejar una huella no solo en la institución, sino también en el barrio. SON 30.000