Los reconocidos artistas plásticos Milo Locket y Manuel Paz participaron de distintas actividades organizadas por la Biblioteca Bernardino Rivadavia. “Más allá de enseñar algo, es trasmitir la pasión que uno tiene por el arte”, le dice Manuel Paz a Villa María Educativa.
Una conversación con estudiantes secundarios, la realización de un mural con la primaria, una visita a Inicial y la charla abierta al público en el Sobral.
La plástica de Milo Locket y Manuel Paz en Villa María
La histórica entidad vinculada a lo artístico en sus diferentes niveles educativos, buscó brindar a niños y niñas una experiencia práctica y lúdica de creación artística colectiva junto a estos artistas, en distintas actividades organizadas por el artista y docente Pablo Barone.

“Hablo por mí, y seguramente por Milo que en este momento estamos juntos, estos encuentros son muy importantes. Esto de llevar el arte a las escuelas y, además, mostrarlo en primera persona: eso es lo fundamental”. Agrega: “Que los chicos te vean como algo cercano, que el arte sea accesible, que salgo un poquito de los libros y que te vean como un humano pintando, a través del arte”.
“Salir un rato de las pantallas que hoy es tan necesario”
Paz, en la conversación con este portal, contestó sobre la cuota de horas cátedras que el arte tiene en las escuelas argentinas: “Por lo general, en las escuelas, se le da poco espacio, y es un error eso. Hay que tener muchos más espacios…, y es muy importante fomentar el arte. Visito muchísimas escuelas y algunas no tienen Educación Artística en los niveles secundarios, y creo que es tan importante como la Matemática. Sí, obviamente, está muy fuerte en el Nivel Inicial, pero se va perdiendo y creo que se debería ir cambiando ese paradigma en la educación”.


Por otra parte, el reconocido artista reflexiona: “Lo más importante es trasmitir la cercanía del arte. Es importante mostrarlo. Cualquiera lo puede hacer, cualquiera podría hacer alguna disciplina artística porque incentiva un montón de cosas. Sobre todo, como hoy lo hicimos con el secundario, los chicos pueden vivir del arte, de alguna manera, que es una salida laboral también; y si no lo es, también es un buen lugar para reflexionar el arte y salir un rato de las pantallas que hoy es tan necesario. No porque sean malas, pero no es bueno estar ahí tanto tiempo.

