“La innovación educativa en un cambio de época”, fue el titulo del conversatorio organizado por el Ministerio de Educación de Córdoba con el sociólogo español, Mariano Fernández Enguita, catedrático y coordinador académico del doctorado en Educación de la Universidad Complutense de Madrid.
El objetivo del encuentro fue sensibilizar sobre la necesaria transformación educativa en el actual contexto digital y participaron supervisores, equipos directivos y docentes de escuelas estatales y privadas provinciales.
La Quinta Ola de la transformación
“Yo llevo medio siglo y una sola educación. Durante todo ese medio siglo se ha hablado de cambio, de innovación, de tecnología y no puedo evitar la sensación permanente de que por un lado parece que hablamos siempre de lo mismo y que no decimos nada nuevo pero, por otro lado, siento cierta urgencia en el sentido de que no estoy convencido de que en general tengamos conciencia suficiente de la situación que estamos viviendo para la educación y por consiguiente de las tareas y las responsabilidades que nos plantea, los riesgos que entraña y las oportunidades”, inició la conferencia Enguita.
En su exposición, habló sobre su libro “La Quinta Ola. La transformación digital del aprendizaje, de la educación y de la escuela” y dijo: “El libro no se iba a llamar así. Me encargaron un libro sobre educación híbrida o escuela híbrida y a mí no me gusta el concepto, no me gusta nada, porque la educación híbrida es muy vieja, se utilizaba tradicionalmente en la educación a distancia cuando se añadía a algún tipo de actividad y creo francamente que no significa nada porque híbrido puede tener un sentido muy fuerte que puede estar bien, pero puede significar simplemente superposición los lunes en casa y los martes en la escuela, los lunes por videoconferencia. Y eso es lo que terminó derivando en una obra sobre la transformación digital, pero con la pandemia se nos ponía delante de los ojos la magnitud de lo que estaba pasando porque llegamos a una situación en la que hablar de cambio pues no significa nada”.
¿Alguien ha conocido alguna forma de educación sin tecnología?, se preguntó Enguita. Y reflexionó: “La respuesta es no, aunque la respuesta intuitiva parezca que sí. No puede haber y no ha habido nunca educación sin tecnología y eso es lo que me lleva una reflexión que termina en esta idea de La Quinta Ola. Lo que quiero explicar aquí es que vivimos un momento muy peculiar, equiparable a muy pocos otros momentos anteriores en la historia y prehistoria de la educación e incomparable con ellos por su extensión, su profundidad y su aceleración.
La idea de una quinta ola, para Enguita, implica que la educación “siempre ha ido de la mano de la información y la comunicación, como no puede ser de otro modo. Cuando ustedes piensan en educar siempre hay comunicación. Sin comunicación no puede haber educación, puede haber aprendizaje, pero no educación. Educar es algo que solo hacemos las personas. Cuando apareció el lenguaje, esa es la primera gran transformación o la primera ola y el lenguaje es la primera tecnología porque no es natural. No es algo con lo que se nace ya como especie, sino que es algo adquirido, algo que se tiene que desarrollar, es una tecnología de comunicación que convierte ideas y representaciones en palabras”.
“La aparición de la escritura es la segunda gran revolución de la comunicación. Como la escritura ya no es natural, es más artificiosa. A partir de que hay escritura sabemos más de casi todo, pero a partir de que hay escritura lo que hay es la necesidad de hacer un aprendizaje artificial y doloroso, de una forma de comunicación. Los escribas aprenden en lo que luego llamaríamos escuelas”, explicó. Y sobre las escuelas: “Para acercarnos a lo que hoy llamamos la escuela, en realidad, el sistema escolar tiene que pasar mucho tiempo y tuvo que tener lugar otra gran transformación de la comunicación y la información y esa fue la imprenta. Después de la imprenta, los jesuitas empiezan a organizar sus colegios que son la antesala de la universidad y con esto llega prácticamente hasta nuestros días ese modelo escolar”.
El modelo del aula es la tercera gran transformación de la comunicación. “La escuela está modelada sobre la idea, sobre el ejemplo de la imprenta y esa es nuestra tercera gran transformación. La escuela que tenemos hoy ha nacido de la imprenta, en ella tienen su origen los modos de trabajar, la forma de relación social. Y aparece la pregunta: ¿Cómo puedo yo educar? ¿Cómo podríamos educar de manera fiable a mucha gente pero que sea factible? O dicho de otro modo, ¿cómo hacemos una educación low cost? Por decirlo en jerga de hoy, porque lo que no podemos es educar a las masas poniéndoles un Aristóteles a cada uno. Tampoco podemos mantener una relación profesora alumno como la de Sócrates. El instrumento será el libro de texto porque centraliza el programa, le dice a todo el mundo lo que hay que aprender, lo que hay que enseñar, que toca hoy, que toca mañana. Por lo tanto, libros de texto, maestros normales y un modelo de enseñanza ese modelo es el del aula, el que conocemos. Un profesor y un montón de alumnos es un modelo estupendo para un día. A mí también me gustan las conferencias, oírlas, pero para un día no para cinco días a la semana, todas las horas del día y 20 años de tu vida”.
La cuarta transformación son los medios electrónicos de comunicación de masas, fundamentalmente el cine, la radio, la televisión y sus mil variantes. “Y la cuarta gran transformación del mundo educativo es la generalización de la enseñanza secundaria y su progresiva unificación. Esa es una gran transformación, es la que tiene lugar en el ámbito de la comunicación y otra muy distinta a la que tiene lugar en el ámbito de la educación y están enfrentadas. Es importante entender esto porque esa excepcionalidad, de que en la cuarta transformación, comunicación y educación estén enfrentadas marca decisivamente la manera en que hoy vemos la tecnología. La marca porque lo que sucede en ese periodo es que por un lado los medios de comunicación se convierten enormemente atractivos, mucho más atractivos que la escuela y compiten por la atención de los niños y adolescentes”.
La revolución digital y la inteligencia artificial en el aula
Y entonces es cuando llega la revolución digital: la informática, Internet, digitalización, ahora la inteligencia artificial. “Entonces llegamos ya a una situación completamente distinta porque las capacidades de estos medios son radicalmente distintas, nos traen otra cosa, lo primero que nos trajo la informática fue el hipertexto, por ejemplo. Pero la transformación digital no consiste en digitalizar, es decir en poner en digital lo que estaba en un papel, sino por el contrario en girar completamente el planteamiento y hacer todo lo que permita el instrumental digital”.
Sobre la inteligencia artificial, dijo: “Si ustedes van a la estrella del momento que es el chat GPT o algo parecido, coincidimos en que dice idioteces, miente, inventa, pero no nos engañemos también hay docentes que dicen idioteces, ignoran, o incluso a veces mienten. Pero bueno, no es muy grave, quiero decir la cuestión es que nos llega algo que por un lado tiene el enorme atractivo de ser conversacional. Lo cual tiene peligros, pero tiene un atractivo, el atractivo es que un niño que normalmente en una clase va a escuchar un discurso del profesor que no va dirigido a él o a ella sino a todos en general, luego va a tener un posible interlocutor a todas horas, todos los días, y de muy buen nivel. No digo que los entreguemos a chat GPT. Pero podemos estar a las puertas de que todo esto junto transforme radicalmente la enseñanza, podemos hacer que sea más interactiva, podemos hacer que sea hipermedia, multimedia podemos adaptarla o hacer que se adapte”.
¿Cuáles son las consecuencias para los profesores? “No es la que muchos profesores temen: el gran reemplazo. van a poner a los robots o los algoritmos y me sustituyen, no pasaría nada, la verdad. Podemos verlo de alguna manera como no sustituir la inteligencia humana sino de aumentarla. Creo que una de las vías de esto y una de las consecuencias de esto será un impulso para la codocencia, quiere decir dos o más profesores ordinarios colaborando, trabajando juntos. Hay que aprender porque el tipo de tecnología que se utiliza en el aula no debe ser el producto de los programadores. Tiene que ser también el producto de los usuarios. El diseño de la tecnología que entra en las aulas tiene que hacerse con los profesores”.
Sobre la innovación educativa, cerró: «La innovación educativa es algo que siempre ha estado ahí, si entendemos por innovación, ajustar los métodos y formas de trabajo, contenidos, a un medio concreto, un momento concreto, eso tiene siglos, tanto es como la escuela. Ahora bien, la posibilidad de lo que llamamos transformación educativa o transformación digital de la educación, es la oportunidad que se abre en un giro histórico como es el que hoy trae la digitalización frente al viejo mundo de la imprenta, que nos ofrece lo mismo y mucho más. Lo que creo que necesitamos es, por un lado, una actitud abierta, es decir, entender que viene esa transformación, que está en marcha en todos los sectores, y mucho más en este que es intensivo en información y comunicación, segundo, una actitud abierta a lo que se proponga, pero también, al mismo tiempo, una actitud consciente, alerta y participativa. El profesorado y el sistema educativo tienen que intervenir en el diseño de aquello que va a emplearse en el aprendizaje y en la enseñanza«.