Sano y controlado: el gimnasio que ideó una egresada desde su TFG para atender adultos mayores y niñeces

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Jorgelina Vilchez ideó desde su Trabajo Final de Grado (TFG) armar un gimnasio para atender adultos, adultos mayores y niñeces. La idea se hizo realidad, con Sano y Controlado, y el emprendimiento ya funciona recibiendo a niños y niñas de 5 a 12 años, adultos desde los 45 años y adultos mayores.

La receta: “Paciencia en los aprendizajes. Trabajar con estos grupos, no es fácil. No a todos los colegas les gusta”, cuenta Jorgelina al portal.

Promueve esquemas de trabajo de cuatro, cinco o a lo sumo seis alumnos o alumnas, con una planificación, sistemática de cambios, cada cuatro semanas.

Sano y controlado

Hoy por hoy asisten seis niños, treinta adultos de edad media (según la teoría) en su gran mayoría de 45/50 a los 65 años y cerca de quince de 78, 82, 90, 92 y hasta de 96 años.

Actualmente, el niño más pequeño que asiste tiene 7 y Rosa, la más adulta con 96 años, quien había perdido demasiada masa muscular a raíz de una intervención quirúrgica (casi no caminaba) y últimamente puede levantar un bidón de agua desde el piso a su mesada, sin ayuda de terceros. Vilchez remarca la importancia de trabajar las individualidades, lo que hace sopesar su tarea para con los adultos mayores que llegan a ser 40 personas durante los turnos previstos en una jornada. Con las niñeces, por su parte, subraya: “Mi idea es ser yo el motor y el camino para que aprenda a moverse, para que después tenga conciencia corporal y aprendizaje motriz”.

El gimnasio que ideó una egresada desde su TFG

Su trayecto formador comenzó en el Profesorado y la Tecnicatura en Entrenamiento en La Santísima Trinidad (egresó en 2018) y se completó con la licenciatura en la UNVM (egresó en 2023). “Así comenzó todo, desde Villa María, con mi formación y donde amplié mis conocimientos, las capacitaciones que siempre trato de hacerlas con docentes de la ciudad, creo que tenemos profesionales excelentes y hay que aprovecharlos”, nos cuenta.

“En realidad esto nace desde el trayecto universitario, pensando en mi Trabajo Final de Grado (TFG). Ahí fue como que mi cabeza empezó a imaginar este emprendimiento para trabajar con las dos ramas más extremas de la vida”, relata. Y detalla los pormenores de ese TFG que marca su actualidad laboral: “Trató de cómo la enseñanza del entrenamiento físico puede mejorar la condición en adultos, la importancia y por qué lo hacen. La pregunta era ¿Por qué la gente decide comenzar con la actividad física? Y nos encontramos con muchas respuestas: verse y sentirse bien”.

Jorgelina, frente a los cambios de lo que llaman la “vida moderna” que aglutina cambios alimentarios y mayores cuidados de la salud, puso proa hacia este proyecto que funciona en Catamarca 2233 (entre Seppey e Intendente Arines): “Principalmente, porque hoy podemos ver a la salud, desde otro contexto, y no sólo desde la medicina y el medicamento. Hoy podemos ver que la salud es más integral, y eso llama a la salud mental, a la salud física, a la salud fisiológica, que abarca muchos campos y no sólo al médico”.

“Los sujetos estamos diseñados para movernos”

Locuaz, directa, empática, dedicada y muy profesional, así se muestra esta docente, tal cual el ojo y el oído perspicaz de una lectora de Villa María Educativa que nos alertaba de su existencia, y que ameritaba conocerla más en profundidad. Lo hicimos y así de taxativa es frente a los cuidados en las diversas etapas de una vida: “Es un trabajo interdisciplinario, y un trabajo en conjunto entre profesionales. Se necesita de esa charla donde alguien tiene que decir che, bueno, cómo médico llego hasta acá, es decirte que a partir de ahora para estar saludable tenés que ir a entrenar, moverte… Los sujetos estamos diseñados para movernos: no nos podemos quedar quietos, no podemos seguir pensando una vida sedentaria de computadora, libros o de silla…, nuestras horas tienen que ser más de movimiento que de sentados, ahí donde atraemos problemas de salud, mentales, en general”.

Eso sí, no tiene todas las respuestas. Le consultamos si podía desentrañar la frase “comienzo con el gimnasio el lunes…”. Entre risas dice: “Es cierto, no puedo responderlo. No es simplemente eso. Decir empiezo el lunes y me muevo y nada más… Es un abordaje desde muchos lados. Nosotros los profesionales que estamos de este lado, tenemos que aprender a observar a evaluar al sujeto que va a venir…, poder ayudarlo desde todos lados y no sólo le abro la puerta y es una más dentro del gimnasio”.

Planificación estructurada y guiada

En Sano y Controlado cada persona tiene su planificación estructurada y guiada. “Nadie hace lo mismo que otro. Son seis personas que al mismo tiempo están entrenando con una planificación totalmente distinta. No trabajo ni en conjunto, ni por grupos, ni por tiempo. Cada persona cuenta con las repeticiones que puede hacer, las series que pueda hacer, según la patología, el objetivo que tenga y según cada individualidad”, describe.

En el renglón del trabajo con niños y niñas, nos cuenta: “Con niños trabajo totalmente igual. Desde la educación, que cada persona tenga su cosa por hacer y por aprender. El niño sabe moverse, sí; estructurado, guiado, con coordinación, con técnica, no: ahí esta mi trabajo, poner en movimiento la técnica, que aprenda a coordinar, frenar…”.

“Estos grupos necesitaban moverse, pero no encontraban el espacio”

La curiosidad llama a la puerta de esta crónica: ¿Qué diferencian a estos grupos etarios de la franja media? “Principalmente, la necesidad. Estos grupos necesitaban moverse, pero no encontraban el espacio. Después, aparece el compromiso. No es tan difícil pensarlo: el adulto necesita que lo miren moverse, que le digan qué y cómo hacerlo. El niño también: este crece con la guía de los adultos. El niño aprende a moverse, y cuando lo aprendió, es súper disciplinado, por eso hay que enseñarles cómo lograrlo”, contesta desde la experiencia Jorgelina.

La docente, además, remarca: “No a todos los niños les gusta ir a un deporte. No todos se sienten cómodos compartiendo con otro un deporte. Acá comienza a ser disciplinado con él mismo: con su salud y aprender a moverse. Después, saber lo diferente que va ser un niño que fue al gimnasio de pequeño con aquel que tenga que empezar el gimnasio de adolescente o de adulto. Las ganas no son las mismas”.

Jorgelina también avanza con su respuesta sobre cómo pensar al niño “en un gimnasio” cuando en el imaginario lo ubicamos haciendo juego libre en el barrio o en su casa: “Acá no se piensa al gimnasio para un niño linkeado con el físico o lo escultural, sino con la motricidad. Saber moverse, nada tiene que ver lo estético, ni nada de eso”.

3 COMENTARIOS

  1. Es una excelente profesional, llevo a mi mamá de 82 años que casi no se movía y es impresionante el cambio que ha logrado. Gracias Jor tu trabajo es impecable!!!!

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