Con marcada entereza la denunciante del director Daniel Tisera explica los alcances de la violencia ejercida durante años. La docente explica cómo atravesó estos casi 6 años de hostigamiento permanente, el presente que la tiene como única protagonista de la denuncia por violencia laboral y de género y responde sobre qué espera de la Justicia.
“Yo entraba al colegio con miedo, con ansiedad, era una sensación horrible”, describe sin olvidar el rol de educadora que la ubicaba (hasta abril pasado, hoy con licencia) en frente de 350 estudiantes a diario y en todas las divisiones.
Tisera (ahora ex director de la Escuela Remedios de Escalada de Tío Pujio) fue denunciado por ella en las últimas horas, su causa recayó en la Fiscalía de Juliana Companys, se prepara para la primera audiencia que ya tiene fecha y le impuso al directivo una Orden de Restricción Perimetral porque teme represalias.
La denunciante habló sobre la violencia que sufrió durante años
A decir de la denunciante la violencia ejercida “data de muchos años atrás. Desde mis comienzos en la escuela en 2018 hasta abril de este 2023”. Sobre las conductas de Tisera explicó: “Maltrato, destrato y violencia: a veces verbal, psicológica, otras económicas o coartándonos la libertad de expresión. Tiene que ver con un sinfín de hechos de violencia o abuso de poder para manipular y constantemente haciéndotelo saber. Había muchos grados de violencia, no puedo dar más datos”.
De acuerdo a fuentes consultadas existirían, al menos, históricamente unas 10 “carpetas médicas” solicitadas por docentes de esa escuela a raíz de las conductas de Tisera. En este último año: dos de origen psiquiátrica y cuatro o cinco por diferentes malestares originados en ese ámbito laboral. De hecho, la denunciante transcurre una carpeta por tratamiento prolongando desde este último abril.
Presuntos hostigamientos sistemáticos con las docentes
Las coincidencias de las versiones con que contaba Villa María Educativa, sobre que son y fueron “varias” las educadoras que atravesaron por esas situaciones, son plenas con las palabras de la denunciante. “No tenía esas actitudes sólo conmigo, lo veía también con otras docentes. Desconozco quiénes pidieron carpeta médica pero sí conozco los relatos, y algunas personas (que fueron violentadas) y también he presenciado algunos hechos de maltrato y de violencia hacia la mujer”, describe.
Cabe destacar que serían muchas las presuntas víctimas del accionar de Tisera (algunas fuentes lo sitúan también con este tipo de actitudes deleznables en su paso por el José Ingenieros de Villa María) que ahora desempeñan tareas en otros colegios ya que solicitaron el pase debido a lo que estaban padeciendo. “Estas mujeres debieron irse a otro lado porque no les quedaba otra. La misma Inspección o el sindicato te dicen que es tu palabra contra la del otro y… quién te va a creer”, explica.
Las situaciones vividas por estas educadoras clarifican los momentos por lo que debieron y deben pasar a diario frente a este tipo de violencias: “O te quedas acá, la padeces y la sufrís, y terminas enferma o me voy a otra escuela, aunque tenga que perder horas… Muchas de nosotras somos sostén de familia. Cada una escapa de estas situaciones como puede”.
¿Qué la decidió a presentar la denuncia?
Los hechos que son investigados fueron presuntamente padecidos a diario por esta docente: ¿Qué la decidió a presentar la denuncia? “Venía padeciendo muchas cosas…, al último se recrudeció y fue siendo sistemático. Llega un punto que uno dice basta… Me afectó a la salud (con distintos síntomas que desde esta Redacción vamos a preservar)”, responde. El hoy: “Levantar la cabeza y seguir adelante porque soy sostén de familia, me valgo por mi misma, así me enseñaron: ser independiente y hacer lo mejor que podía como docente y tratar de que no se notara. Lo que me pasaba era… lo que le pasaba a muchas”.
Manifiesta que gracias a la contención de su familia y al grupo de profesionales que la asiste “pude comenzar a expresar lo que me estaba pasando y tomé la determinación de hacer valer mis derechos como persona. No es posible modificar algo hasta que se haga consciente y se visibiliza”.
¿Qué espera ahora?: “Muchos callaron”
En base a los hechos que tendrían como protagonista a Tisera, y sus presuntas acciones violentas, la docente diseña un panorama estructural sobre cómo actuaba este presunto agresor: “Estos casos son invisibilizados por la misma sociedad. Es como que a viva voz se sabía, o lo vivenciaban, era vox populi, pero nadie lo denunciaba, algo rondaba, pero no puedo dar más detalles”.
En la tipificación de este tipo de hechos violentos suele manifestarse que el agresor cuenta con algún grado de protección. “Muchos callaron. Al haber pasado muchas docentes por esto me extraña que no hayan tomado cartas en el asunto antes y meterlo debajo de la alfombra y sólo emparchaban. Pareciera que atender a los recursos humanos no es importante para los ministerios siendo que nosotros estamos educando a las próximas generaciones. ¿Qué ejemplo damos?”, sostiene.
Por último solicita contundentemente: “Yo quisiera que la Justicia actué y las personas que sufrieron esto que tengan la valentía de salir a hablar. Que no tengan miedo y hagan valer sus derechos”.
La abogada Yamila Calderón es quien representa a esta docente en la causa.