El Instituto de Extensión de la UNVM trabaja en la construcción, e implementación, de una deshidratadora de mediana escala para el huerto ‘De la Pacha’. Se estima que un tercio de los alimentos producidos a nivel mundial se pierden o desperdician, la UNVM, a través de Básicas y Aplicadas (IAPCBA), pone en marcha una propuesta extensionista que combina innovación, conciencia social y sostenibilidad ambiental.
El huerto está ubicado en la zona periurbana de Villa María, se dedica a la producción agroecológica, y con esta propuesta se invita a repensar hábitos, valorar el trabajo del productor local y revalorizar prácticas ancestrales como el secado solar, que vuelven con más fuerza en clave de sustentabilidad.
Deshidratar alimentos para fortalecer la agricultura familiar
Según detallaron los referentes del proyecto, este dispositivo funcionará a energía solar y será utilizado para transformar frutas y hortalizas frescas en productos deshidratados. El objetivo es lograr alargar la vida útil de los alimentos ricos en nutrientes y reducir las pérdidas que suelen generarse por la propia degradación.
Con la propuesta de la UNVM se apunta a evitar que el excedente no comercializado se pierda, y transformarlo en alimentos deshidratados que puedan almacenarse, venderse o consumirse fuera de temporada. Además, al emplear un dispositivo alimentado por energía solar, se reduce la dependencia energética y se promueve el uso de tecnologías limpias, de bajo costo y fáciles de replicar.
Agroecología, territorio y comunidad
«Esta iniciativa está inserta en una visión más amplia del territorio periurbano de Villa María, entendiéndolo como una interfaz dinámica entre lo urbano y lo rural, donde confluyen diversas prácticas, saberes y necesidades. En este escenario, los sistemas agroecológicos de pequeña y mediana escala vienen ganando espacio, ofreciendo alimentos saludables sin intermediarios, a través de circuitos cortos de comercialización, por eso la intención es reforzar ese impacto», destacaron desde el equipo.



A su vez, los integrantes del proyecto resaltaron que además del beneficio práctico del deshidratador solar, con esta iniciativa buscan también fortalecer los lazos sociales y consolidar un espacio comunitario de encuentro, aprendizaje y acción colectiva.
«La deshidratadora es una herramienta que sirve tanto para productores como para ciudadanos que tengan su autoproducción en casa y así aprovechar los excedentes de producción en ciertos momentos del año», comentó el ingeniero graduado en la UNVM e integrante del equipo, Leonardo Castoldi.
Extensión universitaria con impacto real
Resulta relevante destacar que este proyecto da continuidad a una línea de trabajo consolidada por el equipo extensionista a lo largo de los últimos años y que tiene como antecedentes propuestas como el de ‘Plantinera comunitaria’ en 2021 y ‘Producción de plantines agroecológicos’ en 2022, los cuales sentaron las bases para fortalecer el vínculo entre productores agroecológicos y la ciudadanía local, bajo una lógica de trabajo cooperativo que fomenta el agregado de valor, la economía familiar y la construcción de soberanía alimentaria.
«En un contexto donde los procesos sociales articulados y la soberanía alimentaria se ven amenazados, es urgente la implementación de lazos que consoliden espacios de construcción y recuperación de prácticas que reduzcan el desecho de alimentos es sumamente relevante», destacó la directora del proyecto Ana Guzmán.
Textos y fotos: Comunicación del IAPCBA (UNVM).

