Pasaron meses de aislamiento obligatorio y suspensión de las clases presenciales y la pandemia sigue golpeando fuerte en algunas partes del país. Se decía desde hace tiempo que se esperaba para esta fecha un pico de contagio que pondría en escena cifras hasta el momento desconocidas en nuestro país.
Frente a este contexto y a una preocupación generalizada respecto del regreso a las aulas, el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, explicó que las provincias que transitan Fase 5 con un nivel bajo de circulación de coronavirus serán las primeras que volverán a abrir sus instituciones escolares a partir de agosto. Pero este retorno se dará con la implementación de un protocolo de regreso a clases.
El regreso planteado en tres dimensiones
La vida durante la pandemia fue compleja para todos. Algunos sectores, generalmente los más desfavorecidos, fueron una vez más los más afectados, sea por las posibilidades de contagio o por las condiciones en las que debieron afrontar el aislamiento social y obligatorio.
Igualmente difícil es pensar el regreso a las aulas, en una instancia donde si bien se observa que hay muchas ciudades en las que hace tiempo no se presenta ni un caso, se sabe por otra parte, que uno que pudiera aparecer podría complejizar la situación. Tanto para los padres como para los niños la vuelta a la escuela es una fase importante y positiva, pero seguramente genera muchas dudas, preguntas y replanteos.
Entendiendo esas preocupaciones y pretendiendo dar algunas respuestas a temores o interrogantes respecto de la apertura de los establecimientos escolares, la Secretaria de Educación de la Provincia de Córdoba, Delia Provinciali dijo a Villa María Educativa.
“La emergencia sanitaria y la excepcionalidad pedagógica que trajo aparejada la pandemia, puso de relieve la respuesta del sistema educativo generando un modo remoto de funcionar con el objetivo central de sostener la trayectoria escolar de los estudiantes”, aclaró.
“Algunos conectados a los distintos dispositivos tecnológicos, otros con la tecnología clásica de la escuela -fotocopias y cuadernillos- se fue trazando un «modo de hacer escuela» signado por la distancia”.
Trazado ese modo de hacer, desarrolladas las distintas formas con las que las instituciones educativas pretendieron llegar y abordar a todos sus estudiantes, ingresamos en nuestra provincia en una nueva instancia, paulatinamente entre presencialidad y virtualidad se va pensando en la continuidad del ciclo lectivo.
Para la funcionario, el desafío de volver a las aulas se plantea en tres dimensiones centrales:
«La primera es cómo garantizar las medidas de bioseguridad y las recomendaciones sobre el cuidado sanitario para que la escuela siga siendo el ámbito de protección para nuestros estudiantes y docentes y, en este sentido, el requerimiento del respeto por el distanciamiento social condicionará a quienes habitarán las aulas y utilizarán los espacios de esparcimiento con los esfuerzos puestos, además, en potenciar el hábito del lavado de manos, entre otras medidas”, comenzó explicando Provinciali.
“La segunda es la dimensión socioemocional, esto es cómo recuperamos la experiencia vivida en el aislamiento social obligatorio, las claves que fuimos poniendo en juego para dar respuestas a las ansiedades lógicas que dicho aislamiento fue provocando, atento al carácter eminentemente social de nuestra condición humana y, sobre todo, la ausencia del espacio escuela como territorio simbólico para la construcción de los lazos de pertenencia de un «nosotros». Estamos convencidos de que será la palabra, herramienta privilegiada de la escuela, la que permitirá hacer lugar a la situación vivida y lo aprendido en ella”.
“Por último, la dimensión pedagógica -campo propio de la expertise docente- que nos obligará a reconstruir la experiencia acumulada en este tiempo de funcionamiento remoto, para recuperar los aprendizajes logrados e identificar los pendientes que nos permitan elaborar colectivamente con cada equipo directivo y docente, un plan curricular de carácter provisorio que ponga el eje en los contenidos irrenunciables para cada grado o curso, según corresponda, recuperando la palabra de nuestros estudiantes y de los modos en que fueron aprendiendo, aun aquellas cosas que no fueron propuestas desde la propia escuela, pero que despertaron en ellos el deseo por profundizar o por indagar lo desconocido”, concluyó Delia.
Regresando a las aulas serán muchos los desafíos que se tendrán por delante, no sólo para estudiantes y profesores sino para todos los actores del sistema educativo.
“Si algo hizo además la pandemia fue obligarnos a aprender sobre el uso de todo tipo de herramientas tecnológicas mientras se enseñaba, lo que posiblemente posibilite la incorporación de lleno de la alfabetización digital como parte de la formación ciudadana de las nuevas generaciones”, esgrimió Provinciali.
Y centrada en los desafíos que se presentan, dijo: “además de lograr poner en marcha una pedagogía del cuidado, están ligados fundamentalmente a cómo de esta crisis recuperamos la oportunidad de re-pensar la escuela, los modos de ampliar los horizontes culturales de nuestros estudiantes y lograr generar más oportunidades de igualdad educativa para que nuestras niñas, niños, jóvenes y adultos aprendan más y mejor.
Buscar a los estudiantes
Mucho se ha dicho y escuchado en este tiempo de pandemia. Se ha afirmado desde múltiples sectores que la presencia del virus ha contribuido a la profundización de la desigualdad social.
La escuela es ajena a esa apreciación y ha visto a lo largo de estos más de cien días situaciones de las más diversas y complejas, sabiendo y pudiendo adelantar con seguridad que, al momento del regreso, muchos niños y jóvenes probablemente no volverán a la escuela.
Para dar respuesta a ello, el gobierno nacional prevé lanzar un programa nacional, junto a provincias y municipios, para ir a buscar a los chicos que «no van a volver a la escuela».
«Esto es algo que no sólo ocurrirá en la Argentina sino que ya pasó en otros países, el proceso de desgranamiento especialmente en el nivel secundario a raíz de que el virus rompió con las rutinas que tenían los adolescentes para ir a la escuela», aseguró el ministro y agregó: “este programa de ir a buscar a los chicos no se opone a que haya una lógica nivelación de aprendizajes dentro del aula, ya que las aulas que tendremos serán muy heterogéneas».
De esta manera, las responsabilidades y desafíos que tendrá la escuela serán de los más diversos, pero al decir del ministro nacional, la responsabilidad no recaerá únicamente en las instituciones educativas. “No hay una responsabilidad de la escuela en esto sino en todo el sistema educativo, tanto de la Nación como de las provincias, por lo que es necesario desplegar una política pública para ir a la búsqueda de los estudiantes».
En este aspecto el Ministerio inició una evaluación para saber cómo fue la respuesta en el proceso de continuidad pedagógica cuyos primeros resultados se espera estén disponibles en los próximos días.
Más allá de no contar hasta el momento con esos datos, Trotta aseveró que, «seguramente vamos tener que prorrogar saberes y contenidos para el 2021 porque no lo vamos a poder explorar este año», y detalló que “se encuentra en análisis la concreción de un módulo de tres meses a realizarse en febrero, marzo y abril del año próximo, destinado a los alumnos que cursen el último año de la secundaria».