El docente y ex director Gabriel Draperi es el nuevo Inspector Zona 3220 Nivel Primario. Vive en Oliva y posee una experiencia de casi 30 años frente al aula. Viene de ser director de la escuela primaria Mariano Moreno de James Craik. Integró y participó de varios proyectos pedagógicos en escuelas rurales y con entornos vulnerables.
“Estamos en tiempos de incertidumbres y complejidades en un contexto de pandemia donde la desigualdad social se hizo más visible”, dice Draperi a Villa María Educativa.
“Ante un modelo de escuela remota la virtualidad puso en mejor escenario a aquellos que poseían mayores recursos sociales, culturales y económicos en relación a aquellos que no contaban con este capital”, afirma.
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Nuevo inspector
Viene a ocupar el lugar que dejó acéfalo luego de la jubilación Elida Favalli en diciembre de 2019. De manera paralela a su función, la inspectora Patricia Accastello (Zona 3210) cumplió ese rol de forma voluntaria durante 2020 hasta que en febrero de este año se lo solicitaron de manera formal.
Frente al crudo momento por el que atraviesan una parte importante de los estudiantes, Draperi sostiene: “Ante esto se agiganta el desafío de hacer efectivo el derecho a la educación de todos y cada uno de los estudiantes. Hoy el reto de un supervisor tiene que estar en impulsar y direccionar los esfuerzos de las escuelas para lograr que se cumplan los propósitos”.
“Es una zona muy grande, que estuvo a cargo de una sola supervisora, y es sumamente importante trabajar y conformar equipos que nos permita revisar los rasgos institucionales, pedagógicos y didácticos que caracterizan la propuesta educativa”, sostiene.
Ampliar los tiempos de exposición
El foco estará puestos en los estudiantes que durante el 2020 no han tenido una conexión sostenida con las escuelas trabajando con ellas y sus docentes.
“Estas 5 horas que nos ha propuesto la secretaría de Educación justamente apunta a ampliar los tiempos de exposición a los procesos de enseñanza-aprendizaje y brindarles mayores posibilidades a estos estudiantes de fortalecer el vínculo pedagógico y completar esos contenidos prioritarios que fueron seleccionados en el marco de la Unidad Pedagógica 2020/2021”, grafica.
¿Qué no debe faltar hacia el nuevo horizonte formador desde la supervisión? “Creo que el análisis de la zona, en forma conjunta con los equipos directivos para conocer el estado en que cada una de las escuelas se encuentra, conocer la conectividad que han tenido estos estudiantes, y ver cómo generamos las condiciones para que no quede ningún niño en el camino es una de las prioridades para lo que queda de este año”, responde.
“Lo importante es tratar de lograr la reconexión de estos estudiantes con la escuela. Es una tarea que no resulta sencilla, no es solamente que involucra a la institución escolar”, explica.
“Creo que debemos apuntar a un trabajo en redes junto a las asistencias sociales municipales, con las familias y la escuela haciendo foco con aquellos estudiantes que no lograron continuidad”, describe Draperi.
Tarea nada sencilla. “Hay que hacer una buena selección de contenidos, priorizando los principales para continuar con la formación”, responde.
¿Cuáles fueron las causas principales de las desvinculaciones?
“Muchas veces no solo depende de la tecnología”, se apresura en contestar el nuevo inspector a la pregunta que tanto circuló en estos meses pandémicos sobre el acceso a la escolaridad.
“En el relevamiento que se ha realizado en la zona nos hemos encontrado con instituciones que han colaborado acercando cuadernillos impresos a los estudiantes. Aun así no hemos logrado que se concrete el hecho de aprender”, explica.
“A pesar de haber llegado con los materiales nos encontrábamos con que los estudiantes no podían realizar las tareas. Tiene que ver justamente con las condiciones que cada una de las familias pudo y tuvo que afrontar en esta situación de pandemia. Algunos pudieron y otros no”, deja claro sobre oscuro.
Para Draperi cada una de las instituciones tiene que tener esta premisa como punto de partida.
“Una buena escuela, se construye”
¿Qué escuela pospandemia cree que vendrá?, le preguntamos. Prefiere responder en primera instancia con una frase del especialista Andy Hargreaves: “Una buena escuela es aquella donde todos los chicos pueden aprender, donde quieren estar y donde los maestros aprendan, puedan ser ellos mismos para que los alumnos aprendan y sean ellos mismos”.
“Una escuela o una buena escuela, se construye. Hoy no existe ningún docente que no se esté abocando a esta tarea de lograr que cada uno de nuestros estudiantes pueda aprender”, remarca.
“Y ahí también está la tarea de este supervisor que debe estar implicado, saber leer la realidad de la zona contribuyendo a la creación de condiciones del mejor hacer de cada colectivo institucional”, lanza a modo de compromiso.
“Ahí estará el foco puesto, ahí debemos centrar todos los esfuerzos”, termina diciendo.