Los familiares del estudiante fallecido en un colegio de Laboulaye reclamaron frente a la sede de Tribunales de esa ciudad. “Recién, después de un año, pusieron dos peritos para hacer una pericia. Tres pedidos se le realizó al Ministerio de Educación en este último tiempo y nunca respondieron”, dijo Patricia Calderón, mamá del alumno fallecido José Sosa, a Villa María Educativa.
El 14 de junio, desde las 10.30 de la mañana, los peritos (Dres. Ricardo Alberto Manzino y Norberto Mendez) trabajarán en distintas alternativas sobre el actuar del personal en esa siesta trágica. “Me lo dejaron abandonado, ni siquiera botiquín tenía el colegio”, consignó la mamá, al momento de agregar que “hace un año que espero que llegue también un informe sobre una posible pérdida de gas en el edificio”, agregó.
Laboulaye: estudiante fallecido en un colegio
El estudiante Sosa, un joven de 18 años, se descompensó hace exactamente un año (12 de junio de 2023) en un aula del IPETyM 257 “René Favaloro”, vaya paradoja el nombre que lleva el colegio. El deceso fue caratulado como “de etiología dudosa” y la Fiscalía de Instrucción abrió una investigación al respecto.
Patricia enumeró los pedidos que la Fiscalía le había realizado a la cartera educativa, piezas fundamentales para comenzar con las averiguaciones: cuál era el protocolo de emergencias, si había existido capacitación docente frente a estos imprevistos, si la escuela contaba con un desfibrilador y si los números de contactos de Emergencias estaban visibles. “Nunca hubo respuestas. Después nos enteramos que ni los números de Emergencias estaban visibles”, señaló.
El hecho
Al producirse el desvanecimiento de José, uno de sus compañeros, de acuerdo a los dichos de Patricia, viendo que los directivos y docentes no lo atendían, llamó a la Policía para que esta se comunicara con algún servicio de Emergencias. Ese lapso de tiempo fue de unos 16 minutos, aproximadamente, tiempo clave a entender de su mamá, para que fuera atendido de manera preventiva ya que aún respiraba, siempre de acuerdo a sus palabras.
“Este compañero tuvo que llamar él a la Policía, viendo que los directivos no hacían nada. Mi hijo se descompuso a las 13.40 y a las 13.56 llamaron a la Policía”, puntualizó Patricia. A priori, frente a un posible caso de muerte súbita, le preguntamos qué cree que podría haber hecho las autoridades escolares, y contestó: “Haberlo reanimado, pero me lo dejaron abandonado…”.
Fotos: Nexos del Sur.