Villa María Educativa accedió a un documento “borrador” y te contamos qué dice el protocolo para la vuelta a clases en Córdoba.
“El modo de reapertura debe ser de forma paulatina, progresiva y rotativa”, señala el escrito que deberá ser ratificado.
“La organización de esta modalidad estará a cargo de cada Dirección de Nivel tomando en consideración los criterios pedagógicos adecuados a los contextos escolares”, agrega.
El miércoles 10 de febrero habrá reunión general con directivos e inspectores.
¿Qué dice?
Una jornada presencial de hasta 4 horas de duración.
Podrá ampliarse previa evaluación de condiciones de cuidado y de la situación epidemiológica.
Orientar el ingreso y egreso áulico según las burbujas preestablecidas en forma escalonada, para evitar la aglomeración y limitar los tiempos prolongados de permanencia de los estudiantes en espacios reducidos.
Disponer los bancos y pupitres con un distanciamiento de 1,5 metros, medido de borde a borde de banco.
La ubicación de cada estudiante deberá ser fija procurando que cada persona utilice siempre los mismos espacios.
Mantener la limpieza e higiene de los elementos didácticos y materiales, según necesidad y usos.
Se recomienda limitar su uso y, en caso de realizarse, se aconseja un uso individual. Luego de su utilización, deberá realizarse la limpieza correspondiente con agua lavandina diluida o alcohol al 70%.

Estimular y educar sobre: buen uso del barbijo, distanciamiento social, lavado de manos, modo de toser y estornudar, uso de utensilios de modo individual y el cuidado de su propio espacio.
Recordar a todos que el lavado de manos debe ser frecuente, y en los siguientes momentos: antes y después de comer, manipular alimentos, manipular basura o desperdicios, luego de ir al baño, y después de manipular superficies de uso público (picaportes, interruptores, barandas) u objetos no personales como llaves o dinero.
Procurar la incorporación de hábitos de higiene respiratoria: toser y estornudar en el pliegue del brazo.
Motivar nuevas conductas gestuales y corporales afectivas, para el cuidado propio y de los compañeros.
El docente debe cumplir el distanciamiento sugerido (2 metros) con los estudiantes siempre que sea posible. Usar tapaboca o barbijo y escafandra en todo momento.
Mantener, en forma permanente, aireada y ventilada el aula. No se recomienda la utilización de espacios que no dispongan de ventilación natural o extractor de aire.
Se recomienda trabar las puertas principales de modo que siempre estén abiertas para evitar contacto con herrajes.
En caso de contar con aire acondicionado, verificar que no tengan recirculación de aire, y que se limpien los filtros de manera periódica.
No funcionarán los kioscos, las cantinas ni los comedores escolares. Sí se continuarán entregando los módulos del Paicor.
Puntos relevantes
El retorno será de manera paulatina, progresiva, rotativa, y en base a las prioridades que la autoridad educativa establezca. Es ella quién definirá los tiempos, los modos y las formas de reapertura.
“Es importante organizar a nivel institucional el dictado de clases según niveles y modalidades, en un sistema mixto (presencial y no presencial), para sostener la continuidad educativa”, describe el documento.
Sugieren conveniente la agrupación en burbujas permanentes, identificables y reconocibles de acuerdo al nivel educativo y el espacio disponible.
Las burbujas deberán permanecer juntas tanto en las aulas como durante los recreos y no se deberá permitir el cruce entre burbujas.
Deberán ser lo más estáticas posibles y debe poderse reconocer a los estudiantes que forman cada una. Es conveniente individualizar la burbuja con un código alfanumérico bien identificable adherido de alguna forma a la vestimenta.
Al momento de la entrada a la escuela deberá controlarse la temperatura a todas las personas que ingresen al establecimiento. Contar con el personal capacitado para ello. En caso de fiebre se limitará el ingreso (37.5°C o más).
Toda persona que ingresa al establecimiento deberá lavarse/higienizarse las manos con alcohol en gel o alcohol diluido.
El uso del tapaboca o barbijo, deberá ser de manera permanente respetando las normativas vigentes y supervisando su buen uso durante toda la jornada escolar.
Será obligatorio el buen uso de tapabocas desde la sala de 5 años de Nivel Inicial.
Evitar aglomeraciones prolongadas tanto en el ingreso y salida.
Se desestima la realización de formaciones pre-ingreso y en las salidas del aula organizando los horarios de manera escalonada.
En el caso de que asista a la institución más de un estudiante por familia, se sugiere el ingreso en conjunto de los estudiantes para favorecer la organización familiar e institucional.
Los padres, madres o tutores deberán ser puntuales en el ingreso y retiro de los estudiantes, respetando el distanciamiento y evitando las reuniones sociales en esos momentos.
Solo se permitirá el ingreso de familiares que sean citados con turno previo.
Supervisar el cumplimiento del distanciamiento social no menor a 1,5 metros.
Estimular nuevas formas de vinculación interpersonal, evitando saludar con besos, abrazos u apretones de manos.
Disponer de señaléticas que permitan el ordenamiento de la circulación por pasillos y oriente diversos recorridos hacia los espacios físicos que correspondan.
Elaborar carteles con información sobre medidas de prevención en lugares visibles, adaptados por nivel.
Se sugiere que la cartelería contenga los siguientes temas: buen uso del barbijo, beneficios del lavado de manos y otras medidas preventivas.

Estimular el lavado de manos con agua y jabón y supervisar el uso del alcohol en gel, antes de la entrada al aula.
Ante una eventualidad de caso sospechoso durante la jornada educativa, se proveerá de un barbijo quirúrgico y se procederá al aislamiento en un espacio físico adecuado (con ventilación), hasta la llegada del equipo médico sanitario.
Si un colegio toma conocimiento de un caso positivo en la comunidad educativa, deberá contactarse con la autoridad sanitaria correspondiente quién indicará el protocolo de actuación a seguir y determinará el alcance de las medidas a cumplir por el establecimiento.
En relación a la utilización de los sanitarios, se deberá garantizar la supervisión del ingreso en pequeños grupos a fin de evitar aglomeración y cumplimentar con el distanciamiento y barbijo recomendado. Limitar la permanencia innecesaria y excesiva en el baño.
Protocolo de vuelta a clases
Lleva como nombre “Protocolo y recomendaciones integrales para el cuidado de la salud ante la reapertura de centros educativos”.
Ante una eventualidad de caso sospechoso durante la jornada educativa, se proveerá de un barbijo quirúrgico y se procederá al aislamiento en un espacio físico adecuado (con ventilación), hasta la llegada del equipo médico sanitario.
“El mismo tiene como propósito su cumplimiento estricto y ha tomado de base experiencias nacionales e internacionales, destacando las recomendaciones establecidas por el Ministerio de Salud en base a indicadores de alerta para guiar la modalidad del comienzo a clases”, menciona.
“Debe tenerse en cuenta que según lo observado a nivel internacional, aun cuando la situación epidemiológica indique un aumento de ciertos indicadores que impliquen mayores controles y cuidados, no siempre es necesario suspender la presencialidad en todas localidades simultáneamente”, detalla.
“También es necesario dejar explícito, que este protocolo estará en revisión continua y puede estar sujeto a ampliaciones y actualizaciones con sustento de validez científica ante la variabilidad y dinamismo respecto al conocimiento de la enfermedad”, argumenta.
Agua segura
Se debe disponer de una provisión continua de agua segura, apta al consumo de la comunidad educativa y a los fines de la realización de prácticas higiénicas fundamentales como herramientas de prevención, como lo es el lavado de manos correcto y frecuente.
Atendiendo a que el lavado de manos es una indicación importante en la prevención, es imprescindible para su aplicabilidad disponer continuamente de jabón, preferentemente en forma líquida, elementos de secado, preferiblemente papel descartable y cestos de basura adecuados en los sanitarios.
También se recomienda disponer de alcohol en gel (o dispenser con solución de alcohol al 70%) para áreas de ingreso, aulas y sectores como comedor, administración y salas de computación.
Los establecimientos educativos deberán estar desinfectados, desinsectados y desratizados y mantenerse según necesidad.

En relación a los servicios de limpieza, deberán disponer de un protocolo específico debidamente autorizado. El mismo debe garantizar: la higiene, desinfección de las áreas de manera frecuente, periódica, metódica y reiterada, cumpliendo con las normativas establecidas respecto al uso de los elementos de limpieza
Se recomienda realizar la limpieza de superficies, intensificando frecuencia en relación a su uso, reforzando la desinfección en las que son de contacto frecuente (picaportes, barandas, mesas de trabajo, sanitarios).
La limpieza y desinfección aplica también a elementos de uso cotidiano o habitual en actividades pedagógicas propias de la jornada escolar.
Se recomienda aplicar técnicas de limpieza húmeda, con trapeadores o paños, en lugar de limpieza seca (escobas, escobillones, o similar).
El saneamiento general de la escuela consistirá en limpieza y desinfección dos veces durante la jornada y en cada cambio de turno, especialmente en zonas de mayor contacto y circulación. Haciendo hincapié en los casos de establecimiento de uso compartido de niveles.
Los encargados y responsables de la limpieza y desinfección deberán utilizar un nivel estricto de cuidado, cumpliendo con los protocolos correspondientes. Esto comprende la capacitación del personal, y la utilización del equipo de protección personal adecuado. La autoridad del establecimiento deberá tomar conocimiento explícito de lo anterior.
Comunicación institucional
Se recomienda compartir e informar a la comunidad que el colegio dispone de un protocolo y de una organización institucional que asegura su reapertura y que, por lo tanto, requiere del cumplimento continuo de pautas y cuidados establecidos.
Se pretende estimular la participación activa de la comunidad educativa, en especial de las familias, y hacerlas partícipes de una responsabilidad compartida en el cumplimiento de las normas de cuidado.
A tal fin, se sugiere realizar campañas de difusión contextualizadas al entorno del CE a través de diferentes dispositivos de comunicación destinados a toda la comunidad educativa.
El objetivo es la elaboración de mensajes sobre prácticas de prevención y promoción de hábitos saludables tales como: el distanciamiento social, la higiene respiratoria y de manos, el buen uso de tapabocas, entre otros. Es importante concientizar a las familias sobre la importancia de la no concurrencia al establecimiento educativo en el caso de la aparición de síntomas, ni estando a la espera de un resultado diagnóstico Covid-19.
Capacitaciones previas
La presencialidad en los colegios requiere de la capacitación de autoridades, personal docente, no docente, auxiliares, mantenimiento y servicios generales, así como de toda persona con competencia específica en la prestación de su servicio.