Ser docente o estudiante en una Rosario sitiada: “Nos vemos desprotegidos”

0
205

Docentes y estudiantes de Rosario asisten, al igual que los y las vecinas, a situaciones pocas veces vista: una ciudad sitiada por policías y células narcos. El profesor Rodrigo Acosta, en diálogo con Villa María Educativa, sintetizó: “desde las más sinceras palabras, nos vemos desprotegidos”.

Las escuelas públicas de Rosario no tienen clases desde el lunes: AMSAFE (el gremio docente estatal) tomó la decisión tras las amenazas recibidas sobre que las escuelas iban a ser blancos de disparos. SADOP (gremio de docentes privados) dejó abierta la posibilidad de trabajar en aquellos colegios que cuenten con un dispositivo de seguridad. Ya se comienzan a detectar ausencias en esos colegios, tanto de docentes como de estudiantes.

Ser docente en una Rosario sitiada

Acosta, profesor de Biología en tres colegios rosarinos, cuenta: “Es una situación bastante difícil, compleja. Más ahora con estas muertes que tuvimos en los últimos tres días”. Y subraya: “A mí me tocó ir a trabajar a uno de los colegios (privado), y llegando…, ves la seguridad (privada), pero por parte de la Provincia (de Santa Fe) no nos ofrecen ninguna seguridad: no vi un Policía”.

Rodrigo vislumbra “una sensación confusa… Dicen que no vamos a poder salir a la calle de 22 a 6 de la mañana, yo ya no veo casi a nadie ahora mismo”. Desde el oficio, en tanto, dice: “desde mis más sinceras palabras, nos vemos desprotegidos, sea quien sea. Por ejemplo, te dicen tomate un taxi, o un Uber, y quien me asegura de que no van a darle un tiro ahí (al chofer) mientras esté yendo al colegio. Las amenazas fueron que van a matar a gente inocente. Estamos desprotegidos desde ese sentido”.

Ser estudiante en una Rosario sitiada

Este docente de Biología, cuando hace referencia a los y las estudiantes, relata: “Desde el lunes veo muy pocos chicos en el aula, a raíz del miedo que hubo, por el caos que se generó y hoy (martes 12) hablando con ellos, me decían cómo podíamos estar pasando por esto. Ellos y sus familias tienen mucho miedo, más la familia”.

Al panorama, Rodrigo le agrega una lectura más urbana de la situación: “En un rato debo ir a otro colegio, pero en colectivo, esa será otra mirada porque, al igual que el estudiante, estaremos sólo, en la calle, esperando el colectivo, y no sabes qué puede llegar a pasar. No tenemos Policía frente a los colegios”.

Rosario sitiada

La problemática que hoy atraviesa Rosario, en la opinión de Acosta, se debe a que “le dieron mucha rienda a los narcotraficantes y se volvió una guerra política y narco que, lamentablemente, la paga el ciudadano. Así de sencillo…”.

El desafío de ser docente. Consultado sobre su doble rol frente al aula: ciudadano y educador. Y responde: “Nadie nos garantiza nada. El desafío de ir, no saber si vas a llegar, o anda a saber qué te puede pasar en el camino, y que nadie te asegure nada”. Seguidamente comenta que muchos de sus colegas “faltaron. No porque no quisieron ir, los entiendo, para algunos son situaciones que no pueden manejar: tienen miedo y los he hablado por mensajes…”.

En el renglón salarial, Acosta califica de “desastroso” al acuerdo salarial (un 7% de aumento) que propuso el gobernador (Maximiliano) Pullaro “y uno tiene que ir a trabajar, porque es su obligación, y porque no puede sobrevivir. Y uno piensa en no ir, pero pierdo tal cosa…, es mi fuente de trabajo, pero si me pasa algo y no estoy cubierto… No se puede vivir así”.

Rodrigo tiene a su cargo las cátedras de Bilogía en el Colegio San Bartolomé, en el Liceo Avellaneda y en el Colegio Santa Teresita. Todos los días, en promedio, tiene que recorrer de entre tres y veinte kilómetros para dictar clases, cruzando casi toda la ciudad. “Es complicado. Tiene que empezar mirar para todos lados, no sabés en quién confiar. Es bastante compleja la situación”, enfatiza

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí