En la sede del Concejo Deliberante quedó instalado un “Rincón de la Memoria”. Se trata de una obra del artista plástico Milton Vázquez que quedó inaugurada en el marco de una Sesión Especial del Concejo Deliberante Estudiantil en conmemoración de los 48 años de aquella trágica Noche de los Lápices (La Plata- 16 de setiembre de 1976).
En pleno recinto, y como parte de una instalación artística de las y los jóvenes ediles (realizadas con material reciclable), acompañaron desde fotografías con sus miradas atentas nuestras y nuestros desaparecidos y desaparecidas: Aldo Apfelbaum, Miguel Ángel Arias, María Marta Badano, José Brizuela, Ester Felipe, Noemí Francisetti, Elda Francisetti, Alberto Garbiglia, Marta Ledesma, Juan Ledesma, Susana Libedinsky, Luis Mónaco, Víctor Paciaroni Pacher, Eduardo Requena, Teodoro Rüedi, José Oreste Sorzana, María del Carmen Sosa, Eduardo Valverde y María Elena Viola.
Rincón de la Memoria: “Resistir al olvido es resistir a la injusticia”
Las instalaciones de Mitre 90 se encontraban completas de personas y referentes sociales acompañando la sesión especial del Deliberante Estudiantil que, además de recordar esta fecha emblema al momento de hacer alusión a la lucha estudiantil en Argentina, trataron distintas temáticas que hacen a la problemática adolescente con representación de casi la totalidad de los colegios de Villa María.
La representación política actual en el legislativo estaba toda para acompañar esta instancia, aunque en las gradas faltaban destacadas y destacados referentes sociales y de Derechos Humanos que tanto aportaron a esta causa que siempre duele. El acto fue convocado, de manera conjunta, en el marco del 40° aniversario de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH Regional Villa María).
“La Noche de los Lápices nos enseñó que la democracia no es un regalo, sino una conquista. Resistir al olvido es resistir a la injusticia”, subrayó el presidente Juan Pablo Inglese. Ante la atenta mirada de las y los estudiantes, les sugirió pinceladas de vivencias de aquella juventud platense: «Fueron jóvenes como ustedes, comprometidos con sus derechos, que creían en la educación pública y soñaban con un país más justo. Hoy, su memoria nos invita a no bajar los brazos y a mantener viva la llama de la participación juvenil».
“Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción casi biológica”
Martina Papasodero (Instituto Manuel Belgrano), en su intervención, señaló: “Hoy, recordamos la Noche de los Lápices, pero no solo como un momento en la historia, sino como un símbolo de la fuerza de la juventud. Es fácil pensar que el cambio pertenece al futuro, que como jóvenes solo debemos esperar nuestro turno. Pero aquellos estudiantes nos demostraron lo contrario: la juventud no solo es el futuro, es también el presente. Ellos se atrevieron a levantar la voz, a luchar por lo que creían justo. No eran adultos experimentados, no tenían todo resuelto, pero sabían que sus derechos merecían ser defendidos. Pagaron un precio que nadie debería pagar, pero su lucha no fue en vano. Nos dejaron una enseñanza: el cambio no espera. La justicia no puede esperar”.
Continuó: “Hoy, nosotros tenemos esa misma responsabilidad. Sabemos que somos el futuro, pero también debemos entender que somos parte activa del presente. No podemos quedarnos quietos, no podemos esperar a que otros hagan lo que nos corresponde. Nuestro momento es ahora, y aunque el camino no siempre será fácil, cada palabra, cada acción, cuenta. No se trata solo de recordar lo que pasó, sino de honrarlo con nuestro compromiso, de seguir luchando por los derechos que aún nos faltan, por la libertad que aún buscamos. Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción casi biológica. Porque, aunque aquellos lápices intentaron ser silenciados, hoy seguimos escribiendo con ellos”.
“El silencio es cómplice de la pérdida de derechos”
El artista Milton Vázquez hizo referencia a “cómo una obra, y su relación con el contexto histórico, es una manifestación del poder que tiene el arte como medio de existencia, memoria y denuncia, A través de ella no sólo pretendo dejar una huella y un testimonio material como simbólico, de las injusticias del pasado, sino también ayudar a forjar un camino hacia un futuro más justo y consiente”. Y agregó: “Es mi deber también hablar sobre el poder del arte, en este contexto, y su capacidad de transformar nuestra realidad, y mantener viva la memoria. Para invitarlos a realizar, a diario, una reflexión y mantener visa esa memoria: donde se pueda cuestionar las narrativas oficiales y explorar las verdades ocultas detrás de los eventos históricos y así construir una sociedad más consciente y comprometidas con los valores democráticos, la justicia social y los Derechos Humanos”.
Elvio Toscano, de APDH Villa María, señaló: “En aquella época, esos chicos tuvieron la valentía de salir a exigir boleto educativo. A 48 años, hoy tenemos un gobierno nacional que nos niega el boleto educativo y democrático. Desde APDH no pedimos, exigimos, el respeto de los Derechos Humanos, y en la medida que esos derechos se apliquen a las comunidades estamos hablando de la dignidad de la persona. La memoria es el motor: cuando nos quitan derechos, perdemos dignidad”. Terminó recalcando: “No son momentos de silencio, él es cómplice de la perdida de derechos. Quienes ejercen el poder que se pongan enfrente para luchar por los derechos que estamos perdiendo. Nos quieren llevar a un estado salvaje, de sálvese quien pueda. Hoy abrazo a los jóvenes de este recinto”.