No se puede dar clases sin aulas, baños ni servicios básicos: la problemática de la infraestructura escolar

0
683

“Pedimos que tanto el docente para enseñar como el alumno para aprender tengan las condiciones mínimas de salubridad, de comunidad y también de tecnología. Para que realmente se pueda dar el proceso de enseñanza y aprendizaje como corresponde. Nos quieren hacer creer las autoridades que con más días de clases los chicos van a aprender. Si realmente no están dadas las condiciones no van a aprender. Se necesitan elementos materiales para los docentes y espacios dignos donde el alumno se sienta cómodo y con ganas de estar en la escuela”. Esto decía el secretario general de UEPC San Martín, Carlos Andrada, en marzo de este año durante una caravana docente en el marco del reclamo por las paritarias. Si bien el reclamo protagonista fue la lucha salarial hubo muchas menciones (en toda la provincia) a las condiciones edilicias de las escuelas: falta de servicios básicos, paredes y revoques que se caen, baños en mal estado, techos que no soportan las lluvias y falta de espacio para el dictado de clases.

Desde Villa María Educativa hablamos en reiteradas ocasiones sobre el proyecto de ley aprobado en la Legislatura de Córdoba, en la última sesión de 2022, que declara la “emergencia la infraestructura de los establecimientos educativos de gestión estatal de la provincia de Córdoba, hasta el 31 de diciembre de 2023”. El proyecto apunta a reconocer la problemática y crea un fondo para solventar gastos.

¿Qué es la infraestructura para este proyecto? Se refiere a obras y servicios básicos (agua, luz y gas) que se consideran necesarios para el funcionamiento de los establecimientos. La normativa apunta a la construcción, en el corto y mediano plazo, de 100 aulas, así como a la reparación de muchas escuelas a lo largo del territorio provincial. ¿Con qué se va a pagar? El fondo de emergencia tendrá aportes del tesoro provincial, sumas enviadas por el Estado nacional, subsidios y créditos con asignación específica.

Tanto en la necesidad de más aulas (que no llegan a ser cubiertas por las recientes escuelas PROA inauguradas), falta de personal o en las condiciones edilicias, los docentes remarcan que las ayudas llegan cuándo el problema ya se convirtió en una urgencia. En el IPEM 275 de Villa María Colegio Nacional, vienen denunciando desde hace varios años que no pueden dar clases. En un principio por falta de baños y personal de limpieza. Luego en la pandemia fueron los mismos docentes que higienizaron la escuela. Durante el verano, y con las olas de calor, tuvieron que volver algunos días a la virtualidad por falta y recalentamiento de ventiladores y escasez de agua a temperatura adecuada para ser ingerida. Ahora siguen reclamando nuevas aulas y falta de una batería de baños que pueda satisfacer de la demanda de un amplio número de estudiantes.

Otro caso es el del IPEM 147 Manuel Anselmo Ocampo que reclama aulas para descomprimir dos cursos de 40 y 42 estudiantes del Ciclo Orientado y descentralizar el uso de otros espacios, como el de la Biblioteca, donde reciben clases 22 estudiantes. Las obras comenzaron hace poco y se trata de aulas construidas en el patio. Son dos unidades de placas en seco bajo el sistema Steel Framing mediante un convenio con la empresa local Cormetal (como subcontratista).

La situación se repite en el Abraham Juárez. Piden aulas y nueva batería de baños desde hace más de tres años. En 2022 contábamos la firma de un convenio que todavía no se materializó. Dice Henry Calvo, el director del establecimiento: “Lo urgente e inmediato ya son cuatro aulas, porque este año abrimos dos cursos más. Además de batería de baños y la reparación total de la que ya tenemos, no parches. Después sobre calefactores, nosotros no tenemos calefacción en las aulas. También para la parte técnica nos estaría haciendo falta un taller de usos múltiples donde iría la unidad productiva, los laboratorios, etc. Con eso estaríamos más o menos cubiertos. Parece mucho pero no es una gran inversión. Falta la decisión de hacerlo y ver la necesidad que tenemos”.

En la presentación del programa Seguimos Estudiando, la secretaria de Educación provincial, Delia Provinciali, no solo se refirió al problema de la permanencia y el egreso en la secundaria si no también al crecimiento de la matrícula. Esta situación se refleja en Villa María, Villa Nueva y la zona y exige la construcción de nuevos secundarios: otra de las demandas docentes y de la comunidad educativa. Una promesa es la nueva Escuela Técnica para Villa María, que estará emplazada en barrio Botta. Mientras que Villa Nueva avanza con las gestiones para contar con una Escuela Agrotécnica.

El estado de las escuelas es, sin duda, unos de los reclamos docentes de este año y tiene su impacto en la calidad educativa. Si no hay aulas, baños que funcionen y servicios básicos no habrá calidad educativa.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí