Se desvanece el “relato” del presidente Milei frente al esfuerzo de una mamá sola para estudiar en la UNVM

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Ignacio (21 años) le dijo a su madre, María Fernanda Accastello (42 años), “vas a seguir estudiando, yo te voy a ayudar, no vas a dejar ahora”. Ella, como mamá sola y abuela, siempre soñó con graduarse en Trabajo Social, pero frente a la situación de tener que maternar mientras en su mochila acumulaba responsabilidades, no podía hacerlo y un día accedió a la UNVM.

“La verdad incómoda de la educación argentina es que la universidad pública nacional hoy no le sirve a nadie más que a los hijos de clase alta y a los ricos de las clases medias altas: ellos son los únicos que llegan a la universidad”, dijo el presidente Javier Milei. Este relato se desvanece en pedacitos frente al testimonio que María Fernanda nos cuenta.

El esfuerzo de una mamá sola para estudiar en la UNVM

La educación pública argentina es motor de movilidad social ascendente y Villa María no es la excepción, por el contrario. Esta joven mamá con cuatro hijos (dos mayores y dos menores) soñaba con transitar el trayecto de la Licenciatura en Trabajo Social “y en ningún momento dejé de pensar lo que para mí significaba tener un estudio, más allá de ser divorciada y mamá sola, y poder salir adelante”, subraya.

«En ningún momento dejé de pensar lo que para mí significaba tener un estudio», sostiene María Fernanda

El presente de esta alumna-trabajadora: cursa el 3° año de Trabajo Social (son cinco), viene de ser despedida de un comercio de Villa María debido a la baja en las ventas y está cumpliendo su tercer período de prácticas profesionalizantes en el Hogar de Ancianos Velo de Ipola (seis horas semanales), luego de haber estado en el Polo de la Mujer y en el CAPS de La Calera. “Me interesa mucho esta disciplina, más que todo en estas épocas que estamos viviendo, y el valor de nuestro trabajo”, grafica y no olvida destacar “esa devolución comunitaria que hacemos desde la universidad”.

Se desvanece el “relato” del presidente Milei

Una jornada de María Fernanda se presenta intrincada: “Cuando sos estudiante y trabajadora se complica. Verdaderamente complicada. Ahora, justamente, acabo de quedarme sin trabajo por las medidas de este gobierno y lo que eso significa, más que todo para nosotras las mujeres donde siempre la pobreza feminizada ya que a nosotras nos toca las tareas de cuidado, el hogar, el estudio y las prácticas”.

“Se dice van a estudiar y es gratis…, pero no: lleva dinero aparte, materiales, muchas fotocopias, leemos muchísimo. Se me hace complicado, y duro, pero le estamos buscando la vuelta para finalizar frente a la situación que se está viviendo”, describe.

No le huye al reclamo

Durante los últimos días, además, María Fernanda tuvo una participación activa en las asambleas interclaustros y participó de la toma simbólica del Rectorado. En este último reclamo público por un mayor presupuesto universitario se convirtió en el centro de la crítica de un vecino que la destrató (grabando un vídeo que subió a redes sociales) por interrumpir el tránsito en la intersección de Entre Ríos y Alvear.

María Fernanda, lunes y viernes, «devuelve» comunitariamente lo que recibe en las aulas de la universidad pública

“Me motiva participar por a la importancia que le debemos dar a la UNVM dentro de la ciudad, no solamente para nosotras sino para la región. Desde que ella está la ciudad creció y los egresados se quedan”, dice. Y recalca: “La educación es un derecho, no es un privilegio, y en mi caso no podría pagar una universidad privada, justamente desde mi historia de vida se refleja claramente que estudiar debe ser un derecho para todos”.

Reclamo en tiempos de odio

Sobre el incidente, que demostró claramente el odio que subyace en muchas personas, María Fernanda contesta: “Me sentí muy mal, triste. Es como que quisieron individualizar en una persona una protesta y mostraron el video recortado…, siendo que ese señor se dirigió a mi de manera muy violenta, cuando nos estábamos manifestando pacíficamente y no duro más de 20 minutos. Que la gente no entienda lo que significa para nosotros la UNVM”.

¿Tuvo un bálsamo al llegar a su casa ese día? Seguramente, la esperaban Camila (22 años); Ignacio; Charo (11) y Catalina (7) y su pequeña nieta Julia.

1 COMENTARIO

  1. Muy lindo y conmovedor el artículo, me gustó mucho; Refleja muy bien la realidad que muchos estudiantes enfrentan día a día en la Argentina, esforzándose por salir adelante a pesar de los obstáculos. Sin embargo, Como estudiante de Medicina (de la UNVM), he tenido la oportunidad de participar en relevamientos en la ciudad de Villa María, donde nos acercamos a la comunidad para conocer los distintos contextos socioeconómicos de los residentes. A través de esta experiencia, he podido observar de primera mano cómo en barrios más vulnerables, como el Botta, Nicolás Avellaneda, Los Olmos, Las Acacias e incluso La Calera, muchos jóvenes y adultos no ven a la universidad como una opción viable.
    Las razones son diversas: falta de recursos, barreras socioculturales, problemas familiares, y el impacto negativo de situaciones como la prevalencia de drogas, entre otros. Este contexto hace que para muchos sea prácticamente imposible acceder a la educación universitaria, a pesar de que, en teoría, la universidad pública está al alcance de todos; por ello comparto en parte la visión del presidente.
    Personalmente, tengo la suerte de contar con el apoyo económico de mis padres, lo que me permite concentrarme en mis estudios. Sin embargo, soy consciente de que muchos de mis compañeros no tienen esa misma ventaja. Algunos se sustentan completamente por sí mismos, trabajando y estudiando al mismo tiempo, lo cual demuestra que, con esfuerzo, es posible avanzar. Pero también es evidente que las dificultades que enfrentan las clases bajas y medias bajas son mucho mayores.
    Por supuesto, esto no significa que sea imposible para las personas de bajos recursos acceder a la universidad, pero sí se requiere de un presupuesto mínimo para cubrir gastos básicos. Sin ese sustento económico, la posibilidad de completar un ciclo lectivo se vuelve extremadamente difícil; Además, se requiere de una gran voluntad y disposición para enfrentar los desafíos que implica estudiar en circunstancias adversas. Esta mentalidad no suele desarrollarse de manera natural, ya que generalmente está condicionada por el entorno en el que uno crece, lo que quiero decir es que las dificultades económicas y sociales generan un círculo negativo o vicioso, donde la falta de oportunidades y apoyo refuerza la creencia de que estudiar es una meta inalcanzable. (En los casos de pobreza)

    En cuanto a la situación de las universidades y el presupuesto, entiendo que se pida mayor transparencia en el uso de los fondos públicos. No considero descabellado que se soliciten comprobantes o auditorías para verificar cómo se están gestionando los recursos, siempre que esto se haga con el objetivo de garantizar un mejor funcionamiento y no para entorpecer la labor de las instituciones. Y quiero aclarar que amo la Universidad Nacional de Villa María y tengo plena confianza en su transparencia, pero reconozco que en algunas universidades más grandes (Como lo es la UBA) pueden existir irregularidades que deben ser abordadas.

    Muchas gracias por el espacio para compartir mi opinión. ¡Saludos!

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