“No sólo volveré con otro espíritu sino que estaba necesitando volver” dice un docente secundario que acaba de ser vacunado.
Carlos Caler (47 años) estaba dispensado de dictar clases en la Escuela del Trabajo por ser paciente de riesgo con comorbilidad.
“Estaba necesitando volver para estar en contacto con los chicos”, le dice a Villa María Educativa.
Se vacunó el martes 18 en Villa Nueva y en quince días ya se encontrará en disponibilidad de las autoridades educativas del IPET 49 de acuerdo a la normativa.
“Sentí felicidad” responde a la pregunta sobre cómo recibió la llegada del SMS avisándole de su turno de vacunación “aunque sé que hay gente que la necesita aún más”. Insiste en que “lo más feliz que me pone es poder volver a estar con los chicos y seguir educándolos”.
“Estaba necesitando volver”
Carlos dicta materias en los últimos años de algunas especialidades en la histórica Escuela del Trabajo: materias técnicas específicas como Mediciones eléctricas, Automatización industrial e Instalaciones Eléctricas. Práctica pura, lo que pandemia se llevó. La idea es ir retomándola de a poco ya que muchos protocolos en estas áreas son sólo expresiones de deseos difíciles de llevarlo a la práctica. Sólo la magia docente puede garantizar cómo llegarán esos contenidos.
“Esta pandemia dejó bien en claro las diferencias abismales que hay en la accesibilidad de las distintas herramientas que tienen los chicos para poder acceder a las clases. Un solo teléfono en la familia y eso complica”, reflexiona Carlos.
“Está bueno dar clases en la virtualidad pero hay cosas que no se pueden enseñar. Lo importante ahora es volver, estar con los chicos. En el aula somos todos iguales. Eso es lo que me incentiva para seguir”, refuerza.
Por otra parte, recuerda que “tengo cursos altos, lo que más riesgo de contagios tienen, pero sabemos que en la escuela el riesgo es muy bajo. Cuidándonos y manteniendo el protocolo, no hay problema”.
Carlos nos comenta que sus colegas con iguales características que la suya fueron vacunados “casi todos lo que teníamos comorbilidades”. Con esos otros docentes habría sucedido algo similar: “Con todos los profes que hablé era lo mismo: las ganas de volver que teníamos”.
“En mi caso ya me avisarán cuando vuelvo ya que la escuela debe rearmar los cursos y saber en qué día y horario debo volver”, se entusiasma.